El Shabat anterior a la festividad de Pesaj se denomina Shabat HaGadol - el Gran Shabat. Este nombre indica que hay en este Shabat una grandeza particular al respecto de los otros Shabatot del año. Esta grandeza está expresada en el Shulján Aruj – Código de Ley Judía: “porque ocurrió en él (éste Shabat) un gran milagro”.

¿Cuál fue el milagro? Los primogénitos egipcios vieron al pueblo judío preparándose a ofrendar el sacrificio de Pesaj y escucharon que en la noche de Pesaj Di-s los mataría. Cuando exigieron de sus padres enviar al pueblo judío para salvarse de la plaga y éstos se negaron, comenzó una guerra entre los primogénitos egipcios, sus padres y los gobernantes. Sobre esta guerra el Rey David dijo en los Salmos: “que golpeó a Egipto con sus primogénitos, porque Su bondad es eterna”.

Debemos entender cuál es la conexión entre aquel milagro y el Shabat, hasta el punto que el milagro causa una grandeza en el Shabat y lo transforma de un Shabat “común” a “Shabat HaGadol”. Más aún, considerando que Shabat es santo por sí mismo, es una señal entre Di-s y el pueblo judío, le pertenece exclusivamente al pueblo judío, etc. ¿cómo puede ser que una guerra civil entre egipcios agregue grandeza alguna al Shabat?

La respuesta se encuentra en el versículo de los Salmos mencionado anteriormente “que golpeó a Egipto con sus primogénitos”, donde se alaba a Di-s “porque Su bondad es eterna”. En el mismo capítulo de Tehilím aparecen otras cosas que, en su nivel más superficial, son acciones del Santo, bendito sea, como “que hace grandes maravillas”, “que hace las grandes luminarias...el sol...la luna”. En cada una de estas acciones podemos, en cierta forma, encontrar la bondad de Di-s, y por eso el Salmista repite, tras cada una de estas citas “porque Su bondad es eterna”. Sin embargo, ¿qué tiene que ver la “bondad” de Di-s con una guerra civil entre egipcios?

Aquí se expresa la idea de que no solamente la creación del mundo y los milagros que trascienden las barreras de la naturaleza son la acción de Di-s, sino que también dos bandos que luchan una guerra civil entre ellos en Egipto, el lugar más impuro de la tierra, es un acto Divino. Dado que “no hay otra cosa excepto Él”, aún este tipo de ocurrencias son planeadas y dirigidas por Di-s.

La guerra desatada entre los primogénitos egipcios y sus padres no era una simple lucha entre dos bandos, sino que un “gran milagro” de Di-s: todos vieron claramente que Di-s maneja al mundo, y cuando llega el momento en que el pueblo judío tiene que salir de Egipto a la libertad, hasta los egipcios mismos son afectados de manera que ¡luchan entre ellos en pos de la redención judía!

Este concepto está directamente ligado a la esencia del Shabat. Este día es un testimonio de que Di-s creó al mundo y lo dirige constantemente. Sin embargo, esta idea está restringida al campo de la fe: creemos que Di-s creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó. En el Shabat HaGadol, cuando los primogénitos egipcios lucharon para que se cumpla de la Voluntad Divina de sacar al pueblo judío de Egipto, esta creencia se transformó en un claro reconocimiento, visible con los ojos de carne y hueso, y por eso este milagro causó una grandeza en el Shabat.

De aquí podemos aprender una importante enseñanza en el servicio a Di-s: cuando un judío realiza la Voluntad Divina, hace que el mundo esté preparado para “grandes milagros”, hasta el milagro de “que golpeó a Egipto con sus primogénitos”.