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8. En Likutei Torá2 se traza una analogía para entender la diferencia entre [los meses de] Elul y Tishrei [en cuanto al vínculo entre Di-s y el pueblo judío]: En [el mes de] Elul [la relación entre ambos] se compara al estado en que el rey está en el campo, antes de ingresar a la ciudad; mientras que Tishrei representa al rey tal como éste se encuentra en su palacio.

Cuando el rey está en su recinto no cualquiera puede ingresar a él, y [para ir a su encuentro] son necesarios varios preparativos. [Sin embargo,] cuando el rey sale al encuentro del pueblo en el campo, si bien no se lo ve allí con toda su majestad y grandeza como en su palacio, de todos modos y precisamente debido a ello, se genera una situación singular: toda persona puede hablar directamente con el rey, y el rey recibe a cada uno con rostro afable tomando en cuenta su pedido.

En [el mes de] Elul el Altísimo se acerca a cada judío, y está en la posibilidad de cada uno hacer su pedido, conforme lo explica el [Alter Rebe en] Likutei Torá en extenso.

Pero precisamente debido a que el rey se encuentra en el campo, es comprensible que se deba tener extrema precaución, pues tratándose de que el individuo se halla [en ese momento] en su estado [personal] tal cual es, y a pesar de ello el rey se le acerca y toma en cuenta su pedido, y más aun, le muestra un rostro cordial, la persona puede equivocarse y pensar que es bueno mantenerse así como está, y la evidencia que sostiene esa postura es que permaneciendo en su estado, [igualmente,] el rey se le acerca.

Cuando el rey está en su palacio es imposible equivocarse, pues allí puede ingresar sólo aquel que efectuó los debidos preparativos, y se le permite entrar sólo hasta donde es meritorio, conforme la expresión de la Guemará3 : "Quien merece [ingresar hasta] el patio [se le permite llegar] hasta el patio, quien es digno de [llegar hasta] el jardín, [lo hará] hasta el jardín, quien puede pasar al salón, accederá a éste". No obstante, cuando el rey está en el campo es factible confundirse, [por eso,] es imprescindible ser muy precavido.

9. La situación descripta es la que ilustra el mes de Elul. El hecho de que Di-s se acerca a cada judío sin considerar su estado [espiritual] y [aun así] le muestra un 'rostro afable', le permite al individuo incorporar Divinidad, pero precisamente debido a esta situación singular, de él se demanda ser muy cuidadoso y no caer en la equivocación de permanecer en su condición [espiritual] tal cual es. La evidencia de que ésta sería una actitud equivocada es que si bien se halla inmerso en labores rutinarias, las 39 labores, (pues Elul no es considerado festivo), de todos modos, se le concede al judío desde lo Alto la revelación de los 13 Atributos de Misericordia, tal como señala la Guemará4 : "…nos enseña que Di-s se 'envolvió [en un manto] cual Jazán' y pasó delante de su rostro y dijo Havaié, Havaié…", refiriéndose al Nombre Havaié que trasciende el Seder Hishtalshelut –el Orden descendente de la Luz Divina Creadora-.

10. Está escrito en Pri Etz Jaim5 que [las iniciales hebreas de] 'laHavaié vaiombrú leemor ashira – a Havaié dijeron cantaremos para decir', [pronunciadas por los judíos a continuación de la Partida del Mar] forman la palabra Elul. Esto requiere ser comprendido: a) ¿qué relación guarda [este versículo] con Elul?; y b) ¿qué significa [en este contexto, la palabra] 'leemor – para decir'. Habitualmente, 'leemor' significa 'transmitir a otros', pero en este caso, que todos los judíos estaban presentes [en la Partida del Mar], ¿qué significa 'leemor'? Aquí 'leemor' se refiere [a la transmisión] 'para las generaciones futuras', [es decir,] en toda generación debe perdurar el 'Cantaré a Di-s pues El es grandemente ensalzado'.

Cuando el estado del judío es 'Cantaré a Di-s', entonces se produce el 'grandemente ensalzado' conforme lo explica el Tárgum (la traducción aramea de la Torá): "trasciende a los elevados". [Esto quiere decir que] si bien existen los "sarím ('ministros') de lo Alto" por medio de los que el Altísimo gobierna la naturaleza de acuerdo al Seder Hishtalshelut, no obstante, cuando el judío se entrega por completo al Altísimo, Di-s anula [y subordina] para él toda la estructura [natural] del mundo incluyendo a los 'sarím', de modo que todo estén subordinados a él.

Esta es precisamente la avodá de Elul: 'vaiombrú leemor ashira laHavaié', entregarse por completo a Di-s, 'hacer teshuvá', retornar a El, conforme lo expresa el versículo6 : 'el espíritu retornará a Di-s'. Esta actitud es la que producirá el 'Cantaré'. La actitud de entrega [incondicional] a Di-s influye sobre otro judío también, 'dijeron para decir', y también implica un 'decir', [un mensaje,] para las generaciones futuras, entonces se produce el 'grandemente ensalzado' [de acuerdo a la traducción del targúm], convirtiéndose el judío en el baal habait, dueño del mundo, [en el espíritu del dicho de nuestros Sabios:] 'eved melej, melej – el siervo del rey es rey'7 , el servidor de Havaié es rey con 'poder se vistió'.

(De una Sijá de Shabat Parshat Reé Mevarjím Elul 5714)