Este mensaje probablemente sea uno de los más difíciles de escribir.

Estoy frente a la computadora tratando de describir de alguna forma los sentimientos personales y de todo Jabad frente a lo ocurrido este viernes en Mumbay, India.

Perdimos un hermano.

Siento que el asesinato a sangre fría de otro Shliaj de Jabad, es tan doloroso como si fuera un ser querido de la familia más cercana.

El Rabino Gabriel Holtzberg y su esposa Rivky eran personas de una sonrisa amplia y sincera, de modales dulces y educados, llamaba mucho la atención su dulzura y bondad.

Tuve el merito de conocerlo personalmente. La primera vez que lo conocí fue cuando, en su adolescencia, vino a estudiar a la Argentina a la Ieshiva de Jabad en Buenos Aires en el año 1993. Durante las vacaciones de verano vino a la provincia de Tucumán a ocuparse de nuestra comunidad, yo en ese entonces tenía 11 años y el 15. Recuerdo que usaba un saco largo según la costumbre Jerusalemita, ya se podía ver que era un joven de cualidades extremadamente bondadosas.

En el año 2005 durante el Congreso Internacional de Shlujim de Jabad nos volvimos a encontrar y nos contó que estaba viviendo en Mumbay, India. Nos dijo que cuando había recibido la oferta de ir a este país recordó su visita a Tucumán y se dijo a si mismo 'Si la familia Levy pudo en aquella alejada provincia Argentina, yo también podré en la India'. Recuerdo que con mi padre caminamos orgullosos al saber que habíamos influenciado de alguna forma a un joven Shalíaj a tomar la desinteresada decisión de dedicar su vida en una comunidad tan alejada.

Nunca hubiéremos pensado que llegaría a entregar la vida literalmente en su sagrada misión.

Muchos se preguntan ¿Por qué? ¿Cómo es posible? Estas son preguntas por las cuales no tenemos respuesta, como dijo el Rebe de Lubavitch, que su mérito nos proteja, respecto al Holocausto. Esto se lo debemos preguntar a Di-s.

Muchos me preguntaron qué debemos hacer ahora. Antes que nada, no podemos bajar los brazos, no dejar que los terroristas, Iemaj Shemam (borrado sea su nombre), se salgan con la suya, inspirando terror y amargura. Debemos hacer lo que Gabriel y Rivky hubieran hecho. Debemos continuar en el camino por el que ellos dieron la vida; debemos hacer que de esta situación salga aun más luz y bondad hacia el mundo.

Por eso exhorto a cada uno de los lectores a que tomen una decisión positiva en honor a la elevación de las almas de Gabriel y Rivky Holtzberg, Hashem Ikom Damam. Cada uno en su entorno, en su medio tratar de traer luz y bendición.

Para poder aportar al fondo especial que se estableció para el hijo de ellos, Moishy. www.chabadindia.org