Ahora bien, éste es un principio general en todo el plano de la santidad: Santidad (kedushá/קדושה) es sólo aquello que se deriva de jojmá, denominada kódesh haelión/קודש העליון, "santidad suprema", cuya existencia misma se anula en la luz del bendito Ein Sof que se inviste en ella, y no es una entidad independiente —como se explicara antes. Por lo tanto, [esta facultad] es denominada [jojmá (חכמה) que consiste de las dos palabras כ״ח מ״ה] (el poder de la humildad y la abnegación). Esto está en riguroso contraste con la kelipá y la sitrá ajará, de la que se derivan las almas de los gentiles, quienes actúan únicamente para sí mismos, diciendo: "¡Da, da!" y [como dijera Eisav:] "¡Aliméntame!" — a fin de ser seres y entidades independientes [separadas de Di-s], como se mencionara antes, al contrario de jojmá. Por eso [a aquellos en el plano de kelipá] se los describe como "muertos", porque "la Sabiduría (jojmá) da vida" y está escrito: "Ellos mueren, sin sabiduría". [Tal como se llama "muertas" a las naciones idólatras] así también lo son los malvados y los pecadores de Israel — [pero sólo] antes de ser puestos ante la prueba de santificar el Nombre de Di-s. Porque la facultad de jojmá en el Alma Divina, con la chispa de Divinidad de la luz del bendito Ein Sof que está investida en ella, se encuentran en un estado de exilio en sus cuerpos, dentro del Alma Animal del plano de kelipá en el lado izquierdo del corazón que reina sobre ellos y domina su cuerpo, al estilo de la doctrina esotérica del exilio de la Shejiná, como se mencionara antes.
Por este motivo, este amor que se encuentra en el Alma Divina, cuyo deseo y anhelo es unirse a Di-s, "la fuente de toda vida", se denomina "amor oculto", porque está oculto y cubierto, en el caso de los transgresores de Israel, en la vestimenta de arpillera de la kelipá. De la kelipá penetra en ellos un "espíritu de necedad" que los lleva al pecado, como remarcaran nuestros Sabios: "La persona no peca [a menos que un espíritu de necedad haya penetrado en ella]".