Cuando la Torá describe el fallecimiento del Patriarca Iaakov, utiliza el término hebreo "vaigvá", que quiere decir expiró, pero no agrega "y murió". Dice sobre esto el Talmud1 : "Iaakov, nuestro Patriarca, no murió".

Pregunta el Talmud: ¿acaso en vano lo eulogiaron los disertantes, lo embalsamaron los embalsamadores y lo enterraron los enterradores? A eso responde, que se aprende del versículo2 : "y tú no temas Mi siervo Iaakov... pues Yo Soy tu salvador desde la lejanía y el de tu descendencia desde la tierra de su cautiverio". El texto iguala a Iaakov con su descendencia- aprendemos de ello que "tal como su descendencia está viva, también él está vivo". A simple vista la respuesta del Talmud, no responde a la pregunta: ¿Cómo es posible decir que Iaakov, nuestro Patriarca, no murió cuando lo eulogiaron, lo embalsamaron y lo enterraron? Además ¿Cómo se entiende que el hecho que "su descendencia está con vida" esté relacionado (e influya) con que "también él está con vida"?

La Verdadera Vida

Es claro que cuando el Talmud declara "nuestro Patriarca Iaakov no murió" no tiene la intención de negar la realidad visible al ojo. No se trata de una verdad factual sino que la propia Torá atestigua que Iaakov fue eulogiado, embalsamado y enterrado. Y por supuesto que la Torá nos dice sólo la verdad. Por ello es que el Talmud pregunta ¿acaso lo eulogiaron, embalsamaron y enterraron en vano? A ello responde: "analizo la escritura". Es decir, a pesar de que la propia Torá atestigua que Iaakov fue enterrado, hay un texto que nos enseña en qué consiste la verdadera realidad de qué es Iaakov y cuál es su verdadera vida. Desde esa perspectiva "Iaakov nuestro Patriarca no murió"

Verdad Eterna

La singularidad de Iaakov se expresa en el versículo "das la verdad a Iaakov" 3 . Es decir que la cualidad distintiva de Iaakov es la verdad4 . Siendo que la verdad es eterna e inalterable, y la característica esencial de Iaakov era la verdad, se desprende de que también su vida perdura y se mantiene eternamente, y no sólo en el mundo "de arriba" (el mundo de las almas) sino también en este mundo (el terrenal).

Y esa es la intención de la respuesta del Talmud: "tal como su descendencia está viva, también él está vivo". La verdadera vida de Iaakov está vinculada a "su descendencia". A través de que su progenie continúa con su camino, Iaakov continúa con vida. De esta manera la vida de Iaakov perdura hasta la eternidad también en este mundo material.

Lo Natural y lo Sobrenatural

Resulta entonces que la vida de Iaakov está paralelamente en dos planos. Por un lado, en el plano natural- que también él es parte de la verdad Divina- y al respecto dice la Torá que lo eulogiaron y lo enterraron. Pero a su vez hay una capa más elevada de la realidad, donde "Iaakov nuestro Patriarca no murió".

Así también en vida de "su descendencia", todo el pueblo judío se desarrolla simultáneamente en el plano de lo natural y en el de lo sobrenatural. Por un lado, los judíos viven en este mundo, supeditados a sus limitaciones, pero conjuntamente con esto Di-s asegura que "están ustedes apegados a Hashem, vuestro Di-s, están todos ustedes con vida hoy" 5 .

Éste es el secreto de la existencia del pueblo judío- un pueblo inserto en un mundo con sus leyes naturales, pero simultáneamente, su misma existencia es un milagro sobrenatural. Esta eternidad alcanzará su expresión más cabal cuando revivan los muertos, cuando los iehudim se harán acreedores de vida eterna, lisa y llanamente.

(Likutei Sijot Tomo 26, Pág. 7 y Tomo 35, Pág. 223)