"Un cachorro de león es Iehudá de su devorado has sacado a mi hijo" (Bereshit 49:9)
También en lo que respecta a su arrepentimiento por su pecado, Reuvén fue superior a Iehudá: Iehudá estuvo obligado a reconocer su pecado, caso contrario hubiese sido el causante de la muerte de Tamar.