En nuestra Parshá, Moshé describe la revelación Divina sobre el Monte Sinaí, y le dice a la generación a punto de ingresar a la tierra de Canaán: "A ti se te ha hecho ver para que sepas que Hashem es el Di-s, no hay nada fuera de Él"1 . Rashi explica el versículo de la siguiente manera: "Cuando el Santo Bendito Sea entregó la Torá, les abrió los siete cielos, y tal como quebró a los superiores, así quebró a los inferiores, y vieron que Él es único. Por ello dice a ti se te ha mostrado para que sepas".

A pesar de que Rashi tiene como intención fundamental explicar el significado simple del texto2 , su comentario esconde también secretos y capas profundas de la Torá3 .

Así también, en este versículo, Rashi alude a aspectos profundos a través del lenguaje que aplica en relación a los mundos superiores y a los mundos inferiores: sobre los mundos superiores utilizó el término 'abrió', mientras que con respecto a los mundos inferiores dice 'quebró'. Pero en la mitad de su comentario utiliza el término 'quebró' también con los mundos superiores.

Quitar la Cobertura

Hay una diferencia esencial entre abrir y quebrar: cuando la persona abre algo, significa quitar la cobertura y cualquier elemento que tapa y oculta, y revelar la cosa tal cual es. Mientras que cuando se quiebra algo, significa que se anula el objeto totalmente. Por ejemplo, al quebrar un decreto4 , se anula el mismo totalmente.

A la luz de esto se entiende por qué con respecto a los mundos superiores se dice 'abrió'. En los mundos superiores impera una intensa luz Divina, sólo que la luz está tapada y oculta de nosotros. Por eso, cuando el Altísimo quiso mostrar al pueblo de Israel la Luz Divina, simplemente 'abrió' los cielos y así reveló su santidad.

Romper la Oposición

Pero la situación en este mundo material es totalmente diferente. Aquí no se trata sólo de una 'cobertura' que oculte la verdad Divina, que es suficiente con quitarla para que se revele la Luz. Se trata de un mundo que todo su ser radica en la percepción de su propia existencia como independiente, desconectada del Altísimo. Eso es lo que es este mundo, la sensación de una existencia autosuficiente, que no depende de Di-s.

Por lo tanto, aquí no es suficiente con 'abrir' y revelar la verdad, puesto que la existencia de este mundo, en su misma esencia, es antagónica a la verdad Divina. Aquí se requiere 'quebrar', romper la oposición propia de este mundo y anular la percepción de ego existencial que posee, entonces podrá revelarse la Verdad Divina.

Se Nos dio la Fuerza

Sin embargo, Rashi utiliza el término 'rompió' también en relación con los mundos superiores. En esto se expresa la novedad especial de lo acontecido frente al Monte Sinaí, como reflejada en el texto: "A ti se te ha hecho ver que Hashem es el Di-s, no hay otro fuera de Él". En ese momento se reveló el Altísimo en Su misma esencia, y frente a esta revelación, también los mundos superiores constituyen un ocultamiento, que no alcanza con 'abrirlo' sino que también debe ser 'quebrado'.

Con ello, Hashem nos dio la fuerza, no sólo para 'abrir' los ocultamientos que tapan a la verdad, sino también para 'quebrar' las limitaciones que posee este mundo y las condiciones de la existencia física del cuerpo, y llegar a la toma cabal de conciencia de que "no hay nada fuera de Él".

(Likutei Sijot Tomo 24, Pág. 36)