En esta semana leemos dos Parashot, Tazria y Metzorá , en las cuales hablamos de la enfermedad de Tzaarat, esta enfermedad se manifestaba en las ropas, casas y en la piel de la persona.
El origen espiritual del Tzaarat era el Lashon Hara, el hablar mal de otros. Muchas veces no somos cuidadosos de lo que decimos de otras personas, y no nos damos cuenta de la gravedad de nuestra acción.
Una famosa anécdota ejemplifica perfectamente la magnitud de nuestras palabras. Una persona después de hablar mal de otros, le preguntó arrepentido al rabino como hacer Teshuva, como resarcir la mala acción cometida. A lo que el rabino le pidió que traiga una almohada de plumas, la corte y que tire las plumas al viento. Luego de hacerlo el rabino le dijo que recorra el pueblo buscando y recolectando las plumas hasta rellenar la almohada exactamente como estaba antes. Después de intentarlo el hombre volvió diciéndole al rabino que era imposible. A lo que el rabino le contestó: “Cuando hablamos lashon hara, una vez que nuestras palabras salen ya no las podemos recuperar más”.
¡Shabat Shalom!
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