Nuestros sabios nos dicen que “por el mérito de las mujeres justas, nuestros antepasados fueron redimidos de Egipto”.Fueron las mujeres las que nunca perdieron la esperanza en la redención de Di-s. De hecho, mientras que los hombres se habían desanimado, estaban abatidos y no tenían ningún deseo de procrear, para no someter a sus hijos a las dificultades de la esclavitud, las mujeres eran optimistas y confiaban en que pronto llegaría un día mejor. Sedujeron a sus maridos en los campos, y criaron a una generación de hijos que presenciaron la milagrosa salvación de Di-s.1

Después de la división del mar, tanto los hombres como las mujeres cantaron canciones de alabanza a Di-s. En la descripción de la Torá del episodio está claro, sin embargo, que sólo la canción de las mujeres fue acompañada por instrumentos musicales. ¿Por qué? El Midrash explica que las mujeres, mientras todavía estaban en Egipto, estaban tan seguras de que serían redimidas, que prepararon panderetas para el día en que cantarían una canción de agradecimiento por su redención.2

Según el maestro kabalista Arizal, las almas de la generación final antes de la llegada de Mashíaj son reencarnaciones de las almas de la generación del Éxodo.3 Así como entonces fue por el mérito de la fe de las mujeres que los israelitas fueron redimidos, así también será por el mérito de las mujeres justas de nuestra generación, y su creencia inquebrantable en la redención, que seremos redimidos una vez más.



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