La relación ideal es aquella en la que cada una de las partes quiere aportar al vínculo más de lo que espera. Hay muchas relaciones donde la realidad se da así. Son realmente parejas felices.

Ambas partes se apoyan entre sí. Los dos podrán tolerar mucho mejor el estrés. Es prácticamente imposible hablar de abuso cuando la felicidad de la otra parte es la principal consideración a tener en cuenta.

Este es el tipo de matrimonio que vi en mi hogar paterno. Voy a dar un ejemplo que arroja luz sobre la naturaleza de la relación.

A mi padre le habían diagnosticado un cáncer de páncreas que se había extendido al hígado. Él sabía más de medicina que el común de la gente, dado que durante muchos años había estado visitando enfermos y hablaba de sus casos con los médicos.

“¿Sabes que el cáncer de páncreas que ha afectado al hígado no responde a la quimioterapia, verdad?”

Una vez más estuve de acuerdo con el médico.

“Entonces, ambos entendemos que no va a haber quimioterapia.”

“OK”, contesté.

Sin embargo, el doctor le había dicho a mi madre que era muy poco lo que se podía esperar de la quimioterapia. En el mejor de los casos, prolongaría la vida de mi padre en unos tres meses.

“¡Tres meses!“, exclamó mi madre. “Pero, es que incluso tres días son preciosos. Cada día de vida que se pueda ganar vale la pena”. Después le dijo a mi padre que él tenía que someterse a la quimioterapia.

Mi padre me comentó: “Lamento que el médico haya dicho lo que dijo. Yo sé que la quimioterapia solo me va a hacer sentir mal, no me va a ayudar“.

“Pero”, siguió diciendo mi padre, “si me niego a la quimioterapia es posible que cuando me haya muerto, mamá quizás se sienta culpable. Podría llegar a decir: ‘¿porqué no habré insistido en que se hiciera quimioterapia? Quizás ahora todavía estaría vivo.’

No quiero que mamá se sienta culpable. Voy a hacerme el tratamiento con quimioterapia”.

“A lo largo de los 52 años que estamos juntos he hecho muchas cosas por mamá. Ahora es la oportunidad de hacer esta última cosa”. Así era su matrimonio. Estas son las cosas en las que se basan las buenas relaciones.

Extraído y traducido del libro “It is not as tough at home as you think”.