Bsd.
10. Hay un Apunte (un registro escrito sobre temas de Torá) del Rebe Tzemaj Tzedek1 que comienza con [el dicho Talmúdico2]: "Dijo Rabí Akivá: Bienaventurados son ustedes [Hijos de] Israel, [pues observen] ante Quién se purifican y Quién los purifica". Este Apunte fue escrito en los meses de Elul y Tishrei. El vínculo entre "Dijo Rabí Akivá…" con esa época del año es obvio, pues el tema abordado [en el citado Apunte] es el de teshuvá. Además, y por esta misma razón, la mencionada Mishná –"Dijo Rabí Akivá…"– fue ubicada al final del Tratado [Talmúdico] Iomá, en el que se trata el servicio de Iom Kipur [cuyo aspecto principal es, precisamente, el de teshuvá].
También hay un Discurso Jasídico –un Maamar– con idéntico comienzo ("Dijo Rabí Akivá…") correspondiente al Shabat de la Sección Nóaj de 5667, [hoy] hace 50 años3. El hecho de que este Maamar4 fuera pronunciado [por el Rebe Rashab5] en [un Shabat en que se lee] la Sección Nóaj es un indicio de que el mismo está vinculado [también] con esta Sección. De acuerdo a lo que se explica en Torá Or, la relación es obvia: El Diluvio [relatado en la Sección Nóaj, cuyas aguas cubrieron al mundo por completo,] es análogo a, [y pretende lo mismo que,] las aguas de la mikvé, que [cuando la persona se sumerge en ella, la] purifican (véase antes, el párrafo 15).
11. En la teshuvá hay dos aspectos:
1) Su sentido literal – arrepentirse del pecado; y
2) su aspecto más profundo6 – "El espíritu retornará (tashúv) a Di-s, Quien lo concedió"7. En el servicio a Di-s por parte del hombre, [este estado] corresponde al nivel de reúta delibá (la voluntad del corazón8), una categoría espiritual que trasciende la razón9.
Lo enunciado nos permite comprender el significado de la doble expresión [en la Mishná citada]: La primera parte de la frase ("ante Quién se purifican") alude a [el primer peldaño del retorno del judío a Di-s,] la teshuvá "de abajo hacia arriba", [es decir,] el arrepentimiento por las transgresiones [en su sentido más crudo]. El final de la frase ("Quién los purifica") se refiere a [un grado de] teshuvá [superior,] "de arriba hacia abajo"; [a esta categoría de teshuvá corresponde el versículo] "El espíritu retornará a Di-s, Quien lo concedió".
Ahora bien, se puede decir que ambos aspectos en la teshuvá están insinuados también en la Sección Nóaj. Esto es así conforme la célebre interpretación del Baal Shem Tov sobre el versículo "Ingresa a la teivá (lit.: arca)"; [en su interpretación, el término teivá es traducido como 'palabra', y alude a las palabras de Torá y plegaria10. "Ingresa a la teivá", entonces, significa] que debemos "meternos" en las letras de Torá y plegaria. Estas dos cuestiones –Torá y plegaria– [también] son [elementos que van en ambos sentidos:] "de arriba hacia abajo" (Torá [que, siendo la Sabiduría Divina, descendió a los planos terrenales]) y "de abajo hacia arriba" (plegaria [en la que el ser inferior y mortal se eleva y une con el Altísimo]).
[En la Creación hay elementos cuya forma y estado están más allá de la mano humana –por ejemplo, las piedras– y otros que son consecuencia de la transformación y creatividad del hombre –por ejemplo, los ladrillos–. Así también,] las letras de la Torá [dado que ésta viene de lo Alto,] pertenecen a la categoría de 'piedras', de manufactura Celestial, en tanto que las letras de la plegaria [pronunciadas por la persona] son análogas a los 'ladrillos', el resultado de la obra del hombre11.
12. El estado de reúta delíba –al igual que la entrega incondicional a Di-s (mesirut néfesh)– trasciende la razón y la lógica [humanas]; éste se expresa [en el hombre] de diferentes maneras. Puede hacerlo como un estado de elevación espiritual sumamente excelso, o bien como situaciones del más bajo tenor espiritual.
Mesirut néfesh significa "la entrega de la propia voluntad"12. El Talmud expresa este concepto en el espíritu de la máxima13: "No hay diferencia si la mató por completo o si la mató a medias". Es decir, cada vez que el judío doblega su carácter en aras del Altísimo, incluso con un pequeño movimiento, [pese a que éste no] es [más que] "matarlo [al Instinto del Mal] a medias", [esta victoria menor sobre el mal interior] se considera también mesirut néfesh, [pues en ese instante la persona deja de lado todo y se entrega a cumplir la Voluntad de Di-s]. Por otro lado, incluso aquel que es un "grande entre los grandes" no debe contentarse con un servicio basado en la razón y la lógica, sino que incluso él debe doblegarse con [el ímpetu característico del] mesirut néfesh, pues sólo así podrá introducir en su alma [un verdadero sentimiento de, y conexión con, la] Divinidad [Infinita], tal como declara el versículo14: "Yo moraré con el excelso y el sagrado, con el abatido y de espíritu humilde" precisamente.
El [judío de nivel espiritual excelso] no puede argumentar: ¿Por qué no basta para mí con [la avodá fundada en] la lógica y la razón? ¡[Después de todo,] yo, usando mi razón, no logro menos que otro que recurre a mesirut néfesh!
A esta persona se le responde: [En el servicio a Di-s hay que "salir" de la propia naturaleza y limitaciones, por lo tanto] es crucial aplicar el ["Amarás a Di-s, tu Señor,] con todas tus fuerzas", bejol meodéja15; hay que concretar el máximo del potencial personal16. Mientras la persona permanezca atada a su propia comprensión, no podrá [captar ni] introducir [en su alma] Divinidad (Elokut). Para entrar en contacto con la Divinidad [Infinita de Di-s] es necesario [y crucial que la avodá esté permeada por] mesirut néfesh.
El mismo criterio se aplica al estudio de jasidut, la Doctrina Jasídica: Aquel que estudia jasidismo en abundancia, y se conduce conforme las costumbres y enseñanzas de esta enseñanza, cuando mira a su alrededor podría parecerle que ya llegó a la cima. A él se le dice: "¡Todavía no haces lo suficiente! [En tu relación con Di-s,] debe haber avodá17, y ésta debe ser con mesirut néfesh".
Esto mismo se explica en Kuntrés uMaaián: Incluso la persona dotada de una buena captación intelectual y facilidad de acceso al conocimiento –por lo que aquello que a otra le insume esfuerzo y trabajo considerable, ésta lo capta de inmediato–, no obstante, también alguien con estas características debe esforzarse. Pues mientras tanto se mantenga restringido a los límites de su propia naturaleza, no tendrá conexión alguna con Elokut (Divinidad).
13. Esta es la insinuación implícita en el hecho de que se dé lectura a la Sección Nóaj inmediatamente después de Rosh HaShaná, Iom Kipur y el mes de Tishrei.
El sentido [y fuerza] de Iom Kipur es que "el día mismo expía"; en él, Di-s perdona todas las transgresiones. Acerca de Iom Kipur se ha dicho que en este día los judíos están unidos al Altísimo, al grado de estar "Israel y el Rey a solas". Así, la totalidad de la existencia del individuo [se transforma en, y] es, algo Divino. [En una instancia como ésta,] la persona podría pensar: ¿Para qué es preciso mesirut néfesh, [un servicio trascendiendo toda restricción personal,] si todo su ser ya es [de todos modos] Divinidad?
Para responder a esta inquietud, no bien culmina el mes de Tishrei se lee la Sección Nóaj: [De este modo, se le dice al judío:] "¡Ingresa a la teivá! ¡Introdúcete en los dos modos de teshuvá, 'de abajo hacia arriba' y 'de arriba hacia abajo'; el mesirut néfesh es crucial [en el servicio a Di-s]! Pues mientras conserves tu propio metziut (tu modo de ser innato, tu conducta basada en tu naturaleza), por más elevado [y refinado] que éste sea es imposible conectarse con la Esencia Divina. Para ello es excluyente [servir a Di-s] 'Con todas tus fuerzas'".
14. Esto nos permitirá comprender mejor también lo que contó mi suegro, el Rebe [anterior] – que en cierta oportunidad [durante su juventud], al día siguiente de Iom Kipur ingresó al estudio de su padre, el Rebe Rashab, y le preguntó: "Padre, ¿y ahora qué?" Y el Rebe le contesto: "Recién ahora hay que comenzar a hacer teshuvá".
Esto demanda una explicación: Dado que ya tuvo lugar la teshuvá de Iom Kipur, y Di-s es "el perdonador de Israel, quien disculpa a las tribus de Ieshurún"18 [por lo que los pecados ya han desaparecido,] ¿por qué se dice que hay que seguir haciendo teshuvá? tal como vemos reflejado esto en una Mishná19 donde se nos cuenta que Bavá ben Búta ofrendaba diariamente un [sacrificio llamado] asham talúi20, con excepción del día siguiente a Iom Kipur pues entonces aún no es posible el pecado, [por lo que no tiene sentido ofrendar un sacrificio, siquiera para expiar culpas inciertas].
La explicación del concepto es la siguiente:
El verdadero sentido [y propósito] de teshuvá es [experimentar un estado de real proximidad con Di-s, como reza el versículo:] "El espíritu retornará (tashúv) a Di-s, Quien lo concedió", y dado que la Divinidad es Infinita, la avodá de [conectar el alma con Di-s,] "El espíritu retornará a Di-s, Quien lo concedió", tampoco reconoce limitaciones.
[Cuando el judío pone en marcha su proceso interior de retorno a Di-s, su teshuvá lo eleva a un nivel de servicio que trasciende la razón. Ahora bien,] debido a que los orot makifín que se proyectan [desde lo Alto] se internalizan [eventualmente en su alma], se proyectan orot makifín más elevados aún, de modo que su reúta delíba, la avodá que trasciende la razón, está dirigida [ahora] a estos orot superiores21. [En otras palabras, una vez que la persona internaliza intelectualmente lo que antes trascendía su lógica, su réuta delíba clama por despojarse de esta nueva restricción. Pues el anhelo del alma es el ascenso constante, por lo que permanentemente desea superarse y acceder a niveles todavía no racionalizados].
En este contexto entenderemos el sentido de la respuesta [que diera el Rebe Rashab a su hijo, el Rebe anterior,] que "recién ahora [después de Iom Kipur] hay que hacer teshuvá". Pues antes [de Iom Kipur], dado que la persona estaba "ocupada" en cuestiones que [en comparación con el nuevo nivel adquirido] no eran tan elevadas22, no le era posible hacer una teshuvá de este nivel superior. Después de Iom Kipur, recién en esa instancia, en cambio, se [puede y] debe hacer una teshuvá acorde a su nivel más profundo23.
15. [En resumen:] estos son los lineamientos generales del servicio de la teshuvá y de la entrega incondicional a Di-s –mesirut néfesh–, en el espíritu del dicho Talmúdico "Qué diferencia hay si lo mató por completo o lo mató a medias"24. [Es decir,] por un lado, el judío debe saber que aun de encontrarse en un nivel espiritual deplorable, no obstante, cada vez que se doblega a sí mismo en aras del Altísimo, esto se considera un acto de mesirut néfesh, pues "matar [al Instinto del Mal] a medias" equivale a "matarlo por completo".
Por otro lado25, [tomando en consideración a quien ya está encaminado correctamente en el servicio a Di-s,] aunque la persona haya llegado a niveles espirituales excelsos, no cumple su deber frente a Di-s si sólo hace uso de su lógica y razón; más bien, debe [haber avodá, denodado esfuerzo por una superación constante, sin conformarse con resultados "a medias", o sea,] "matarlo [al Instinto del Mal] por completo". [En otras palabras, "matar por completo al Instinto del Mal" implica vivir imbuido del espíritu de mesirut néfesh –la entrega incondicional y absoluta de la propia voluntad– aprovechando toda oportunidad que se presente para hacer una mitzvá con el máximo esmero, y tener la predisposición de alejarse de la transgresión hasta el extremo]. Y si esto [último] no está presente, no significa que [a su servicio a Di-s] le falta apenas un detalle en particular –la modalidad de mesirut néfesh–, sino que [en esta forma de "servir a Di-s"] falta toda la conexión con lo Divino, pues [¿cuándo se produce el] "Yo moraré con el excelso y el sagrado..."? Específicamente cuando [su servicio está acompañado de la anulación del propio Yo, o sea, mesirut néfesh,] "...abatido y de espíritu humilde".
En espíritu similar, la Guemará26 declara que incluso cuando en el servicio a Di-s están presentes el "[Amarás a Di-s, tu Señor,] con todo tu corazón y con toda tu alma" pero falta el "[Amarás...] con todas tus fuerzas" – este modo de servicio ya se considera como de una categoría espiritual [defectuosa] en la que "no se cumple la Voluntad de Di-s" [al máximo de su potencial]. Y de este modo de servicio [en el que la persona se conforma con lo logrado sin exigir lo máximo de sí, "con todas tus fuerzas",] puede decaerse luego, tras un [extenso proceso gradual y escalonado de descenso espiritual en las facetas de su estructura interior, conocido en la terminología jasídica como] ribúi hishtalshelut, a "no cumplir la Voluntad de Di-s" en su sentido más [burdo y] literal.
En contraste, cuando la avodá está permeada de mesirut néfesh y en ella se incluye el "[Amarás a Di-s...] con todas tus fuerzas", cada cual de acuerdo a su capacidad individual, por más que ello se exprese en cuestiones simples [y en apariencia triviales], este servicio se considera que es uno que "cumple la Voluntad de Di-s". Este modo de servicio lleva a que "se alzarán foráneos y pacerán vuestro ganado"27, es decir, que aquellos aspectos [interiores] que son "foráneos" [al servicio a Di-s] no sólo no perturban [al judío, dificultando sus esfuerzos por llevar una vida acorde a la Torá y a las mitzvot,] sino que incluso colaboran28 [en todo lo que hace a la vida judía].
16. El espíritu y estilo de mesirut néfesh implica "salir" de [las restricciones de] la propia existencia [inherentes por naturaleza]. Pero su propósito es que cuando se "retorna a la propia existencia" [para servir a Di-s con "los pies sobre la tierra",] se sienta [y quede la 'marca' del ímpetu que brinda] el mesirut néfesh.
Este concepto es similar a lo explicado29 respecto de la virtud superior de la unión [y unidad armónica entre judíos] experimentada en Sheminí Atzeret, dado que ésta perdura también en los días rutinarios que siguen a Sheminí Atzeret [el resto del año].
El Diluvio [del que se habla en la Sección Nóaj] alude [precisamente] a este mismo concepto: Cuando se produjo, el mundo entero se vio inundado y desbordado al grado de que ni siquiera los cuerpos celestes ejercían su influencia30. [Visto desde una óptica espiritual,] la creación [por entero] estaba en un estado de anulación, [es decir,] en un estado que trascendía las cuestiones mundanas y se había introducido en la teivá, en las palabras de la Torá y la plegaria.
Lo explicado se relaciona con la avodá del mes de Tishrei, [un servicio] que se caracteriza por despojarse de la mundanalidad [e ingresar a la teivá]. [En este sentido,] el Zohar31 y Likutéi Torá32 explican que [el versículo33:] "Y se posó el arca –la teivá– en el séptimo mes" alude al servicio correspondiente al mes de Tishrei (el séptimo a partir de Nisán).
Pero el objetivo [Divino] no es [que la Creación se mantenga en] el [estado de renunciación y distanciamiento de las cuestiones mundanas, lo que sería una forma de atribuirle jerarquía propia al] Diluvio mismo, sino [que el propósito de Di-s radica] en salir de la teivá al mundo, de modo que incluso al encontrarse involucrado en cuestiones mundanos, el judío se mantenga en el mismo estado [espiritual] del que gozaba estando dentro de la teivá.
17. En este sentido, hay una relación adicional entre las aguas del Diluvio y las de la mikvé:
Maimónides dice34 que cuando la persona se sumerge en la mikvé, todavía no está del todo pura; la purificación se logra recién al salir de la mikvé. Es decir, al salir de la mikvé, debe notarse en el individuo que estuvo [antes inmerso] en ella.
De modo similar es en cuanto a [el concepto de] "ingresa a la teivá" – "a las palabras de Torá y plegaria". El objetivo [de Di-s] no es la anulación del propio Yo [a la que la persona podría llegar a elevarse] en el momento del estudio [de Torá] y la plegaria, sino, más bien, que una vez finalizado este estudio y esta plegaria la persona conserve el mismo nivel espiritual en el que se encontraba al rezar y estudiar.
Lo explicado concuerda con lo enunciado antes (en el párrafo 835), que el Baal Shem Tov, en razón de su enorme devoción y auto-anulación en el momento de la plegaria, no estaba seguro, antes de la misma, qué sería de él luego de ésta. No obstante, tras rezar "retornaba al mundo", ya que [elevar y refinar la materia] es el objetivo principal [de la creación].
18. Mi suegro, el Rebe [anterior], dijo cierta vez36 que la [semana durante la cual se estudia la] Sección Nóaj es una "semana triste", y en la Sección Lej Lejá, en vista del nacimiento de nuestro Patriarca Avraham, se comienza a estar alegre. Esto es así particularmente al tener en cuenta la interpretación más profunda de "Lej Lejá – Vete... a la tierra que te mostraré"37, en el sentido de que se muestra la virtud distintiva de las almas.
Quiera Di-s que todas las cuestiones que hasta el momento son "amargas" –por la causa que fuere–, en vista de que estamos ingresando a la Sección Lej Lejá se transformen en más alegres y "desciendan" [de la dimensión espiritual donde todo, absolutamente todo, es bueno, al plano de nuestra realidad concreta] como bien visible y manifiesto [también a nuestros ojos terrenales].
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