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15. En cuanto a la recompensa [que el judío recibe por parte de Di-s] por implementar la avodá en el espíritu de [la tribu de] Asher, el Midrash1 de nuestra Sección Semanal dice [que el versículo2]: "De Asher, oleoso será su alimento" [alude a] "que él, (Asher), es quien sostiene las ocho vestimentas [del Sumo Sacerdote]"3. También Rashi (en una segunda interpretación) sobre el versículo4 "[Y de Asher dijo:]…Sea aceptado por sus hermanos", explica: "Sus hijas eran bellas y estaban casadas con Cohaním Guedolím –Sumos Sacerdotes-, (quienes se cubrían con ocho vestimentas).
[Esta última interpretación requiere una explicación:] ¿Qué vínculo existe entre "belleza femenina –Sus hijas eran bellas"- y los Sumos Sacerdotes? Inexorablemente debemos decir que en este caso, "belleza" [no alude a atractivo físico, sino] se refiere a belleza espiritual.
El rol [principal] de la mujer es, [como lo expresa el versículo en relación a la creación de Javá, la primera mujer:] "Le haré una ayuda para él5, (para Adám)", es decir, [la mujer debe procurar principalmente,] ser el apoyo [y sostén] del servicio espiritual del marido. [En otras palabras: Del acompañamiento de la mujer depende la integridad espiritual de su esposo]. Este concepto halla particular expresión en el servicio del Sumo Sacerdote, pues en el día de Iom Kipur, cuando realizaba su avodá en el recinto más interior [y sagrado del Gran Templo de Jerusalén, en el Kodesh HaKodashím, precisamente en esa instancia tan crucial para él y todo el pueblo judío,] era de fundamental importancia el [tener presente a su esposa, como expresa la Escritura:] "Expiará por él y su casa6 –['su casa' es] su esposa", de modo que sin ello, [sin que su mujer pueda acompañarlo en perfecto estado espiritual,] le era imposible llevar a cabo su servicio7.
La verdadera belleza de la mujer judía es [conforme lo declara el versículo:] "El honor de la Princesa reside en su interior"8, expresión que alude al recato [y pudor femenino; aquel recato] que conlleva, [sostiene] y ayuda al sumo sacerdocio9.
[Ahora bien,] ¿Por medio de qué nos hacemos acreedores de un nivel espiritual tal? A través del servicio de "Juzga mi caso"10. Cuando la conducta de la persona esta impregnada con sumisión absoluta a Di-s –kabalat ol-, conforme las normas que establece el Shulján Aruj, e incluye en su comportamiento pautas de recato [y pudor], entonces, el individuo tendrá el mérito de erigir una generación de judíos rectos, conformada por hijos y nietos que se ocupen en [el estudio de] la Torá y [cumplimiento de] las mitzvot, pudiendo llegar a ser Cohanim Guedolím. Es decir, [si el judío se conduce conforme estos ideales, sus hijos serán] niños que entren al Kodesh HaKodashím, recinto donde se encuentra sólo el Arca con las Tablas [de la Ley] sobre las que están tallados los Diez Mandamientos. Éstos, no están escritos con tinta, pues la tinta es algo agregado al pergamino, sino, se hallan cincelados sobre las Tablas, para expresar y enseñar que la persona y la Torá, [y en este caso los niños nacidos de padres que se entregan por completo a la voluntad de Di-s,] conforman una sola entidad [inseparable]11.
16. Conforme lo explicado, entenderemos también las palabras anteriores del versículo [citado12: "Y de Asher dijo:] Bendito en hijos es Asher…". Rashi, en nombre del Sifrí dice: "En todas las tribus no había alguien tan bendito en hijos como Asher", pero seguidamente Rashi señala: "Pero no sé cómo".
Rashi especifica "no sé cómo", pues del censo del pueblo judío no resulta que Asher sea la más numerosa de las tribus.
Lo enunciado por Sifrí se entenderá de acuerdo al dicho de nuestros Sabios13: "Éste pesa igual que…". Es decir, las virtudes que distinguen a esta tribu, (Asher), hacen que la misma se equipare a todo el resto de las tribus. Y en cuanto a nuestro tema, nos referimos a la inmensa satisfacción –najes- que se obtiene de los hijos. Por medio de impartir educación [judía] impregnada con el espíritu de kabalat ol, la persona se hace acreedor de hijos que marchan por el camino de la Torá y las mitzvot, y obtiene de ellos una satisfacción tal, que supera ampliamente la satisfacción que se podría obtener de muchos niños.
Según lo antedicho podremos comprender lo que lo Escritura declara14: "Y aumentaré su simiente y le concederé a Itzjak". [Sobre esto] pregunta el Rebe Rashab: "¿El versículo dice: 'Y aumentaré su simiente', pero concluye con un único hijo, Itzjak? No obstante, el concepto es consonante con lo antes explicado, es posible tener más satisfacción de un solo hijo que de muchos. Este concepto es tan contundente, que es posible que un solo judío tenga el mismo peso y calibre que 600.000, tal fue el caso de nuestro Maestro Moshé, quien [por su talla y calibre espiritual] equivalía a todo el pueblo judío15, y [nuestros Sabios afirman que] no hay generación en la que no haya alguien como Moshé16. Un niño así, [de tan maña grandeza espiritual,] se obtiene exclusivamente, por medio de servir a Di-s [con entrega absoluta y sin cuestionamiento,] con kabalat ol.
17. El vínculo entre la avodá con kabalat ol y el hecho de tener buenos hijos, se comprenderá con lo que el Midrash declara17, que antes de la Entrega de la Torá Di-s demandó de los judíos garantías [para el cumplimiento de la misma]. Los judíos ofrecieron diferentes garantes, pero Di-s no aceptó ninguno, hasta que el pueblo de Israel dijo: "Nuestros hijos serán nuestros garantes".
La explicación del concepto es la siguiente:
A lo largo de la vida, la persona atraviesa diferentes etapas: "A la edad de 5 años estudia las Escrituras…", conforme se enumeran en la Mishná, Avot capítulo 5. La edad de maduración intelectual es a los 20 años. En este sentido, son conocidas18 las diferencias entre las edades de 6, 13 y 20 años, y también a partir de los 20 años hay numerosos niveles. Los niños anteriores a la edad de Bar Mitzvá –tinokot shel beit rabán- pertenecen al nivel de "pies" –reguel-.
Dado que todos los judíos conforman "una estructura completa"19, por eso, así como en lo individual, (físicamente), los pies sostienen a la cabeza, asimismo, espiritualmente, [la avodá de] kabalat ol sostiene [y constituye el fundamento de] la comprensión intelectual, así también es en cuanto al pueblo de Israel como un todo, los [judíos comprendidos en el nivel espiritual de] "pies" contribuyen y favorecen a [aquellos que pertenecen a] la [categoría de] "cabeza".
Este concepto es concordante con lo explicado antes, en relación al Campamento de Dan, el nivel de "pies", el cual, [a pesar de ser los "pies" de todo el pueblo, su estilo de servicio a Di-s] otorgó plenitud también al resto de los Campamentos [de las demás tribus].
Y dado que en todos los planos y niveles [tanto individuales como generales,] debemos recurrir a los "pies", también la Entrega de la Torá, que fue dada a todo el pueblo judío, fue exclusivamente en virtud de los tinokot she beit rabán. Por cuanto que estos pequeños, los "pies", son el fundamento de todo el pueblo judío. En este sentido concluye el Midrash (citado): "De la boca de los niños se fundamenta la fuerza [del pueblo judío]".
Conforme lo explicado, se entiende el vínculo que hay entre buenos hijos y [la avodá de] kabalat ol. Ambos, [los hijos menores de Bar Mitzvá y el servicio a Di-s con kabalat ol,] pertenecen al nivel de "pies", como se dijo antes. Por eso, por medio de un comportamiento impregnado con kabalt ol, nos hacemos acreedores de hijos y nietos dedicados a la Torá y las mitzvot.
(De una Sijá de Simjat Torá de 5719)
NOTAS
∗ [La presente Sijá no llegó en tiempo y forma a manos del Rabino Natán Grunblatt, Director de la Editorial Kehot Lubavitch, para ser revisada. Pero teniendo en cuenta que semanalmente numerosos lectores esperan este material, se publica en la presente versión. La edición final de esta Sijá verá luz, Di-s mediante, con la impresión de los libros del Likutei Sijot en Español. Vaya nuestras disculpas por algún error o imprecisión (NE)].
1 Bereshit Rabá 98:16. Allí 71:10.
2 [Génesis 49:20 (NVI)].
3 [La palabra shmená (oleoso) tiene la misma raíz que shmoná (ocho) (NE)].
4 [Deuteronomio 33:24 (NV)].
5 Génesis 2:18.
6 Levítico 16:6.
7 Obligatoriamente, él debía ser un hombre casado. Véase Iomá 2a.
8 Salmos 45:14.
9 Iomá 47a. Bamidvar Rabá 1:3.
10 [Véase Likutei Sijot vol. I, Parshat Vaiejí, pág. 104. Y en el fascículo 12, párr. 5, de la presente versión española (NE)].
11 Véase Likutei Sijot vol. II, pág. 320.
12 [Deuteronomio 33:24 (NVI)].
13 Berajot 6b.
14 Yeoshua 24:3.
15 Véase Rashi sobre Exodo 18:1.
16 Bereshit Rabá 56:7.
17 Shir HaShirím Rabá I, 4:1.
18 Shulján Aruj, Joshén Mishpat cap. 235. Pirush HaMilot del Miteler Rebe caps. 2-4.
19 Likutei Torá, Devarím 44:1. Sefer HaMitzvot del Rebe Tzemaj Tzedek, mitzvat Ahavat Israel.
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