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13. De la Sección Pekudei, [la última del Segundo Libro del Pentateuco, Exodo,] nos introducimos en la Sección Vaikrá, [la primera del Libro Levítico].
La conexión entre ambas Secciones es la siguiente:
Sobre el final de la Sección Pekudei la Torá se refiere a la nube que estaba sobre el Mishkán1, 'nube' alude a ocultación [de la Divinidad], pues la nube no permitía el acceso de Moshé al Ohel Moed, [conforme señala la Escritura2:] 'Moshé no podía [ingresar al Ohel Moed por causa de la nube que posaba sobre éste']. A continuación [inmediata, ya en Levítico,] el versículo dice 'Vaikrá –y llamó–a Moshé', el sentido de una kriá –llamado– es revelación [y acercamiento de la Presencia Divina], aquí se trata de una revelación [Divina] que sucede a un estado de ocultación.
Cuando la revelación sucede a la ocultación, es de un nivel más excelso, este concepto ya es conocido.
14. Este asunto, el de la manifestación [de Divinidad] que proviene a continuación del ocultamiento, en la avodá, [el esforzado servicio a Di-s por parte] de la persona, se experimenta por medio del servicio de la teshuvá –el retorno a Di-s–. La teshuvá se produce luego de que la persona se alejara de Di-s – [habiendo estado en situación de] ocultamiento [en relación a la Luz Divina. En este contexto,] teshuvá significa acercarse [nuevamente] – manifestación [de la Divinidad en la fibra íntima del alma del judío].
También en la teshuvá –al igual que en la revelación que sucede al ocultamiento – la manifestación de Divinidad es doblemente superior –kiflaim letushiá–3, y en el grado superior de la teshuvá esto se expresa al transformarse los zedonot (pecados ex profesos) en zejuiot (méritos), así, se convierte la oscuridad propiamente dicha en luz.
15. Este es también el significado [del dicho] de [nuestros Sabios] que 'al lugar, (nivel espiritual), en que los baalei teshuvá están, los perfectos tzadikím4 no pueden acceder allí'5.
Los tzadikím tienen méritos propios, habiendo en ello dos categorías: a) La proyección [de flujo Divino que el tzadik logra] mediante la ejecución de Mitzvot Asé –Preceptos Positivos–, este es el modo [de avodá] de Asé Tov –Harás el Bien–; y b) la proyección [de Flujo Divino] mediante el cuidado de las Mitzvot Lo Taasé –Preceptos Negativos–, este es el estilo de servicio de Sur Merá – Apártate del Mal–. Pero, el tzadik logra sólo 'empujar', relegar, al mal, sin transformar al mal propiamente dicho en bien. Pues cuando se trata de un servicio que 'atrae' manifestación [de Luz Divina], es un escenario limitado, el mal permanece como tal, por lo tanto forzosamente hay que relegarlo. En contraste, cuando hablamos de teshuvá, [un estado de conexión con Di-s] que 'toca' la esencia del alma, y en lo Alto 'llega' a la Esencia [del Infinito], en este estado no hay limitaciones, los pecados ex profesos propiamente dichos se transforman en méritos.
Precisamente ese es el objetivo de la kriá –el 'llamado'– que sucede a la ocultación, no [contentarse con] 'empujar' y relegar el ocultamiento y oscuridad, sino, ocasionar que 'la noche ilumine al igual que el día'.
16. Y esta es la enseñanza a ser aplicada por cada uno en su servicio a Di-s: No importa el estado espiritual en el que uno se encuentre, la persona no debe abandonarse y despreocuparse de sí misma, jas veshalom, todo lo contario, pues por medio del ocultamiento [y oscuridad espiritual] es posible acceder a un excelso estado de revelación [de Luz Divina].
El mismo concepto se aplica a la generalidad de las generaciones judías [a lo largo de la historia]. Es común es siguiente interrogante: Hubo en el pasado generaciones mejores que la nuestra, y sin embargo estaban más lejos de la Redención; ahora bien, ¿cómo se comprende que precisamente en esta generación, cuya preparación espiritual es cuestionable, vaya a producirse la Redención? La respuesta: Al contrario, precisamente y debido a la característica de esta generación [es que la Redención vendrá ahora], aplicando el mismo concepto expuesto antes.
Al amanecer el sueño es más profundo, entonces, hay que ser muy fuerte para no dormirse jas veshalom y despertarse con la luz del amanecer, así, mereceremos que 'la noche ilumine al igual que el día'.
(De una Sijá de Shabat Parshat Pekudei 5717)
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