El Talmud relata que el pecado del comer del Etz Hadaat (árbol de la Vida), y la posterior expulsión del primer hombre del Gan Eden, sucedió el mismo día de su creación es decir, el sexto día del Bereshit (Génesis). Pero esto despierta un interrogante:
Al finalizar toda la creación de ése día la Torá expresa; "Y vio Di-s todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno", ¿acaso también el pecado y su castigo están incluidos en el muy bueno?
Si observamos la explicación del Midrash sobre "muy bueno" la pregunta se hace más fuerte. "Bueno" se refiere al instinto del bien, y "muy" al instinto del mal. ¿Como se entiende esto?
El Objetivo del Mal
Lo expuesto nos permite comprender la intención intrínseca de Di-s al crear el mal. La misma víbora que sedujo al pecado a Adam, y el instinto son Sus creaciones. Siendo el Creador la Esencia del Bien, debemos reconocer que el mal debe contener algún bien oculto. Este bien interior es la posibilidad de la Teshuvá. Si no existiese el mal, tampoco habría Teshuvá (retorno), el arrepentimiento y la superación del hombre por sobre sus faltas e instintos, que viene luego de que la persona ha pecado. El servicio a Di-s del penitente es tan fuerte por la sed de espiritualidad Divina, producto del anterior alejamiento que logra "transformar los pecados premeditados en méritos".
La Ventaja de la Luz
Éste es el significado del "muy bueno" que se enuncia en el sexto día de la Creación. Lo creado anteriormente simboliza el bien absoluto y lo perfecto sobre lo que se expresa: "Y vio Di-s que era bueno". Pero sobre la creación del hombre con un instinto del mal esta dicho "muy bueno", ya que por medio de este desafío es posible alcanzar una mayor elevación espiritual. El pecado en sí es mal absoluto, ya que es contrario a la Voluntad Divina, pero cuando el hombre se arrepiente del mal cometido y retorna a Di-s y Su Torá, le es posible alcanzar una altura superior a la de los tzadikim (justos), ya que la luz que se genera a partir de la oscuridad, es más potente que la luz que ilumina donde nunca la hubo.
Es Posible Apelar
Aquí encontramos la respuesta para el ser humano, que puede lamentarse diciendo que nada puede reclamársele ya que desde un principio ha sido creado con un instinto que lo lleva hacia el pecado. A él le dice el relato de esta Parshá: "¡Todo lo contrario! Todo el motivo por el cual fue creado el instinto del mal es para alcanzar una perfección superior, en el servicio a Di-s por medio de la Teshuvá". Así llegamos al "muy bueno", que es el refinamiento completo con la llegada del Mashíaj pronto en nuestros días!
(Sefer Hasijot 5749, Tomo 1, Pag 23.)
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