La Torá describe a Eisav como "un hombre que sabe cazar, un hombre del campo" 1 . Explica Rashi, que la intención de las palabras "sabe cazar" es que sabía atrapar y engañar a su padre: "Le preguntaba: Papá, ¿cómo se separa el diezmo de la sal y de la paja? El padre pensaba que era detallista y exigente (en el cumplimiento de) los preceptos, las Mitzvot"
Esto despierta una simple pregunta: si la intención de Eisav era presentarse como temeroso de Di-s, con este planteo demostraba todo lo contrario. Ante todo dejaba claro su ignorancia, ya que todos saben que la sal y la paja están libres del diezmo (que se aplica, bíblicamente, sólo al producto agrícola). Además, quienes son observantes de los preceptos saben muy bien cómo se saca el diezmo- simplemente se separa una décima parte. Su interrogante reflejaba que desconocía totalmente incluso lo elemental de los preceptos.
¿Cómo se Separa el Diezmo?
Debemos decir que la intención de Eisav iba más allá de lo que se traduce literalmente. El diezmo al que se refería Eisav no era el que separamos (en la Tierra de Israel) del producto agrícola, sino a uno similar al diezmo que dio Abraham a Malkitzedek: "y le entregó un diezmo de todo". En una ocasión, Abraham dio el diezmo de todos sus bienes, y en este tipo de diezmo se incluye también a la sal y a la paja.
La pregunta de Eisav no se remite simplemente a la obligación en sí de dar el diezmo de la sal y la paja, sino "cómo se separa el diezmo"- es decir, cómo se calcula el valor de la sal y la paja. Lo que destaca a la sal y la paja es que pueden ser evaluados de dos formas: según su valor por sí mismos ó de acuerdo a lo que valen cuando son utilizados. La sal por sí misma es muy barata, sin embargo su papel en la comida es tremendamente fuerte, sin ella el preparado no tiene gusto. Lo mismo ocurre con la paja. Por sí misma tiene poco valor, sirve sólo para alimentar animales o para combustión de fuego. Pero cuando se hace uno de la paja para la elaboración de ladrillos- es la paja la que da contextura al barro, dotando al ladrillo de su fortaleza.
¿Cómo se Equivocó Eisav?
Ésta era la pregunta de Eisav: ¿Cómo debe separarse el diezmo; de acuerdo a su valor intrínseco o según la importancia de la sal en la comida y de la paja en el ladrillo? Con ello pretendía engañar a su padre y quedar identificado como un meticuloso observante de los preceptos. Y efectivamente, Itzjak pensó que él era realmente un observante puntilloso de los preceptos, y por ello también quiso bendecirlo.
Lo que aún no queda claro 2 : Itzjak sabía de todos modos que el nombre de Di-s no era habitual en la boca de Eisav 3 , cómo pudo ser engañado y pensar que era que era un Tzadik -piadoso- y exigente cumplidor de los preceptos, al punto de querer bendecirlo?
Una Raíz Superior
En verdad, Itzjak conocía la esencia de quién era Eisav. Sabía que era un perverso, un "judío renegado", pues él pudo observar también su raíz en las esferas celestiales. Miró a su alma y reconoció en ella que se trataba de una muy elevada, sólo que al descender aquí abajo cayó en la degradación espiritual. Es por eso que quiso bendecirlo: para purificarlo y revelar en él su raíz en la santidad.
Esta característica de lo que era Eisav se expresa en la sal y en la paja: la sal por sí misma es amarga e intolerable, pero si uno la utiliza como corresponde, sirve para corregir lo amargo. Lo mismo con la paja- por sí misma es una cáscara superflua, pues en la realidad protege al grano del trigo.
Así era también en la esencia interior de Eisav. En aquel momento, no estaba maduro como para lograr su arreglo e integridad espiritual. A ello llegará en la época de la redención mesiánica 4 , pronto realmente.
(Likutei Sijot tomo 25, Pág. 116)
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