El nombre de la festividad de Pesaj expresa su singularidad. La palabra 'Pesaj' se debe a que Hashem pasaj-saltó sobre las casas de los israelitas cuando golpeó a Egipto, salvando a los israelitas. También el versículo: "la voz de mi amado está viniendo, saltando sobre las montañas", se refiere, de acuerdo al Midrash, a la festividad de Pesaj.

El salto simboliza el paso repentino y rápido de una situación a otra. Hay un 'caminar', que implica avanzar gradualmente, un paso tras el otro. Hay un 'correr', que es avanzar con rapidez, pero de todos modos es un avance gradual, de una etapa a la otra. Pero hay un 'saltar', donde de una sola vez se pasa de un estado a otro totalmente diferente.

Traspasos Abruptos

Esto es la esencia de la festividad de Pesaj, el traspaso abrupto y extremo de una situación de exilio y esclavitud a una de libertad y liberación. Efectivamente, este concepto se ve remarcado enfáticamente al describirse la salida de Egipto: "puesto que apresuradamente saliste de Egipto". También, el sacrificio Pascual debía ser ingerido de esta manera: "y lo comerán aceleradamente".

Esa fue la manera en la que tuvo lugar la redención de Egipto. La salida fue total y veloz "puesto que fueron expulsados de Egipto y no pudieron ir lentamente". De una sola vez, Hashem sacó a los israelitas de las profundidades de la impureza de Egipto y los llevó a un estado de libertad espiritual y material.

De Caminar a Saltar

También en el servicio a Di-s de cada individuo existen estos niveles. El comienzo es caminar, paso tras paso. Tampoco un niño puede saltar de inmediato, y primero debe aprender a caminar, y luego a correr. Sólo en una etapa más avanzada está en condiciones de saltar. Así también, el principio del servicio a Di-s es 'caminar' luego 'correr' y luego se alcanza la posibilidad de 'saltar'- de pasar de una vez de un nivel espiritual específico a otro infinitamente superior.

Este es el significado de la Salida de Egipto en términos espirituales- la capacidad de saltar de una sola vez de un nivel a otro. Pesaj da las fuerzas para cambiar en una sola vez y convertirse en un hombre totalmente distinto. No hay necesidad de hacer el cambio en el estudio de la Torá, el cumplimiento de los preceptos y el servicio al Altísimo de manera gradual, sino puede 'saltearse' de una vez a otro nivel totalmente superior.

Época de Saltos

Esta situación se caracteriza especialmente en nuestra época, la cual posee las señales especiales de ser 'el final de los tiempos': es una época donde tienen lugar saltos abruptos y desenlaces repentinos e inesperados; sólo que siendo que Hashem dio libre albedrío, se dio esta posibilidad de 'saltar' en ambas direcciones- en nuestra época puede llegarse a cambios rápidos y gigantescos en el aspecto positivo bondadoso y sagrado así como en el negativo.

La fiesta de Pesaj nos recuerda que estamos en la etapa de salir de 'Mitzraim', del exilio actual y sólo quedaron los últimos trabajos a realizar- definir y clarificar qué es 'jametz'- fermento prohibido y qué es 'matzá', alimento sagrado, para eliminar el 'jametz' a la luz de la vela del alma y fortalecer la 'velocidad' en el lado de la santidad. A través de ello nos haremos acreedores realmente de inmediato a la verdadera y completa redención, y como está dicho: "No los retuvo siquiera un parpadear de ojos"-

(Hagadá de Pesaj, con una recopilación de motivos, costumbres y comentarios -edición 5754- Pág. 786)