¿Qué actividad estás realizando ahora? ¿Te satisface? ¿Te sientes completo? Para muchos la respuesta a estas preguntas es que no, no están satisfechos. Y es normal: el alma está conectada con el Infinito, por tanto quiere siempre más.

Al no estar completos, también solemos incurrir en el error de que “el pasado fue mejor”, y lo añoramos. El pueblo de Israel tenía Maná todos los días, literalmente alimento gratis desde el cielo. Pero se quejaba de que quería carne. ¿Cuál era el problema? De que se quejaban que en EGIPTO comían carne; de que allí, en el pasado, en la oscuridad, estaban mejor que en la luz y libertad.

Es cierto. La libertad y lo nuevo dan miedo. Los primeros pasos hacia cualquier iniciativa pueden paralizarte. Miedo a fracasar, miedo a no realizarlo perfecto, etc. El recuerdo del pasado puede ser cómodo, por más sufrimiento sentido, porque era lo conocido. Salimos en Pésaj de nuestro Egipto, pero cada tanto sientes una voz interna que te pregunta: “¿Estás seguro? ¿No estabas mejor antes?”.

¿Cómo avanzar a pesar de eso? La confianza en el maná es la respuesta. Así como cada día caía del cielo, cada día es un regalo del cielo. ¿Qué te importa el pasado si estás viviendo hoy? Reflexiona sobre lo siguiente: D-os creó el dormir, el día y la noche, para que comprendamos que un día termina y comienza otro fresco nuevamente. Cada día es uno nuevo, diferente y con otra energía.

Por tanto, debes confiar en ti, en que te dieron del cielo todas las herramientas necesarias para seguir progresando sin necesidad de tu cómodo pasado. Tu pasado no te condena.

Shabat Shalom!!!