El pueblo que trajo a D-os al mundo ya no tiene mucho que ver con Él.

Quizás el aspecto más triste de la vida judía moderna radique en cuán poco importante se ha vuelto D-os para la mayoría de los judíos. Las razones para esta realidad incluyen lo siguiente: los judíos identifican religión con persecución y laicidad con libertad. En los EE.UU. los judíos constituyen el grupo étnico con mayor nivel de instrucción y, por lo tanto, reciben una influencia laica desde el jardín de infantes hasta la universidad; incluso la vida judía religiosa a menudo no está muy centrada en D-os. Cualquiera sea el motivo, es un hecho que D-os tiene un rol menor en la vida judía.

Esto puede ser calificado de catastrófico para los judíos en forma colectiva, para los judíos en forma individual y para el mundo en general.

Para los judíos colectivamente es terrible, ya que no hay razones laicas convincentes para que el pueblo judío sobreviva, solamente existen razones religiosas. Por eso es que, casi siempre, los judíos religiosos están más comprometidos con la supervivencia judía. Un ejemplo reciente: en el apogeo del terrorismo palestino las organizaciones judías laicas cancelaban los viajes de los grupos de jóvenes a Israel, mientras que los judíos ortodoxos continuaban con sus programas de viaje.

Es una tragedia para los judíos en forma individual, dado que el significado de nuestra vida y el nivel de felicidad se ven dramáticamente afectados si D-os no está presente en nosotros. Los seres humanos estamos conectados para llegar aquello que es trascendente y, especialmente los niños, sufren por la ausencia de D-os en sus vidas.

El mundo también paga un precio. Los judíos tienen una influencia desproporcionada en la sociedad y la radical secularización de los judíos, especialmente en aquellos que son activistas, a menudo tiene consecuencias destructivas. Prácticamente cada movimiento social radical ha tenido fundadores y líderes judíos. Cuando los judíos no aplican el judaísmo para guiar y canalizar sus impulsos religiosos, desarrollan y emplean otros “ismos”.

D-os es el tema más importante de la vida. En primer lugar, si no existe D-os, entonces la vida no tiene un significado final. (Sí, podemos crear significados subjetivos, pero son solamente eso, subjetivos). En segundo término, si D-os no es la fuente de la ética, entonces el bien y el mal no son más que un asunto de preferencia personal.

Es por esto que en las universidades, moralmente confundidas se han convertido en las instituciones norteamericanas más hostiles a los Estados Unidos y a Israel. En mis tiempos de estudiante,  en la Universidad de Columbia, llegué a entender que el salmista tenía razón: “La sabiduría comienza con el temor a D-os”.

El hecho que la mayoría de los padres judíos sean incapaces de decirle a su hijo “D-os te quiere” o “¡Qué preciosa puesta de sol! ¿Verdad que D-os es maravilloso?“, nos deja una tristeza que va más allá de las palabras. Muchos padres judíos tienen miedo que sus hijos se puedan hacer “demasiado religiosos”, pero no se preocupan por la posibilidad que puedan volverse demasiado laicos.

A pesar de eso, la mayoría de los judíos se han vuelto “demasiado laicos”, incluso muchos de aquellos que mantienen algunas leyes judías. La Bar Mitzvá corriente no tiene a D-os y carece de santidad, y la educación judía común, incluso la que se brinda en muchas escuelas, puede estar centrada en el idioma hebreo o incluso en la observancia, pero pocas veces tiene como núcleo a D-os. Aunque en los hogares se enciendan velas de Shabat, más allá de ser mencionado una vez en la bendición, el Nombre de D-os sigue sin ser pronunciado. En muchas oportunidades, incluso la sinagoga carece de D-os, ya habiéndose convertido en un lugar de encuentro semanal para la comunidad judía en vez de la casa del Señor.

No es sorprendente que muchos judíos se hayan sentido atraídos por el movimiento “Judíos para J.”. Este tipo de grupos le ofrece a los judíos lo que no han recibido: una vida centrada en la fe. Prácticamente ningún judío que haya crecido con D-os y la Torá se ha convertido en un “judío para J.”. Son los judíos “para nada” quienes se convierten en judíos para J., judíos para Marx y judíos para cualquier causa laica conocida por el hombre. Al carecer de judaísmo, las causas laicas se convierten en la religión sustituta y fuente de valores para la mayoría de los judíos.

Quizás los acontecimientos que se produjeron desde el 11 de Septiembre del 2001 servirán para sacudir a los judíos para que reevalúen su laicidad. La institución secular que ellos más admiran, la universidad, ha demostrado ser un fracaso moral y, en realidad, un peligro para los judíos.

La civilización más laica, Europa Occidental, también ha mostrado ser antisemita y estar en una bancarrota moral. Y los mayores defensores de los judíos provienen de quienes son más religiosos entre sus hermanos norteamericanos (incluso nuestro presidente). Además, aún el judío más laico ha tenido que llegar a comprender que es obvio que los judíos y el estado judío tienen un papel fundamental en los asuntos humanos. Sin duda estos acontecimientos deben alentar a los judíos para que reconsideren tomar más en serio a D-os.

Ya es hora que los judíos tomen en serio a D-os. El mundo nos lo agradecerá. Y también lo harán nuestros hijos.