Es el tiempo una línea, o un círculo o un espiral o un péndulo…¡¡¡Qué es!!!

¿Es el "tiempo" una línea, una progresión desde un "inicio" en donde la idea de un mundo se concibe y se lanza a un "final de los días" cumpliendo el propósito, con cada incremento en esa línea marcando un acercamiento a la culminación?

¿Es el "tiempo" un círculo, una variedad fija de eventos que se repiten con cada giro de la rueda? ¿O quizás una serie de círculos interconectados —ciclos de 7, de 24 y 365, de 30 y 12 y 19 y 1000— en los cuales cada evento de nuestras vidas está definido por el punto que ocupa en cada uno de los ciclos y la manera que éstos se relacionan?

¿Es el "tiempo" un espiral, en el cual siempre regresamos al mismo lugar, repitiendo los eventos de nuestras vidas y de la historia, pero cada vez desde un plano más elevado (o más profundo)?

¿Es el "tiempo" un péndulo oscilante, un perpetuo ir y venir, entrar y salir, esforzarnos y aquietarnos? ¿O quizás también se desvíe un poco mientras gira, dibujando líneas en la arena o círculos tangenciales? Quizá también deje caer una muesca con cada balanceo, mientras el contrapeso es empujado hacia arriba.

¿Es el "tiempo" un terreno, con caminos y mojones, montañas y valles, desiertos yermos y verdes prados, selvas peligrosas y jardines frutales? ¿O es un mar cuyas gotas son idénticas y sus diferencias sólo se ven con las variaciones de luz en la superficie y el reflejo de las formas en ellas?

¿Es el "tiempo" un organismo viviente cuyas distintas células, órganos y facultades actúan entre sí, cada uno cumpliendo su función individual e impartiendo su efecto en el todo?

"Tiempo" es todo esto. Y por esta razón ningún artista ha podido pintar con éxito su retrato. Cada uno de los seis párrafos anteriores puede esbozarse o diagramarse —pero ¿una sola ilustración puede incorporarlos todos?

De todas maneras nosotros vivimos el tiempo, lo experimentamos, sabemos lo que es. Nos damos cuenta de su progresión hacia delante, estamos familiarizados con sus repeticiones, latimos con su pulso, vagamos en su terreno y nos maravillamos del hermoso lienzo lleno de los colores y texturas de la vida.

Y cada Rosh Hashaná, nos paramos con reverencia mientras vemos como el tiempo nace nuevamente, poniendo en movimiento otra repetición del ciclo anual—así como introduce "una nueva y renovada luz que nunca había entrado todavía en el mundo".