Una de las diez melodías compuestas por el Alter Rebe. Por muchas generaciones ha sido la costumbre del Lubavitcher Rebe entonar esta melodía al final de los Seder de Pascua, mientras vierte el vino de la copa de Elías de vuelta en la jarra. La melodía está dividida en tres partes cortas, una igual a la otra, que son entonadas progresivamente más alto. Es una sentida declaración de agradecimiento, satisfacción espiritual y constante fe en la futura redención a través de la venida del Mesías.

Compuesta o enseñada por

Rabí Shneur Zalman de Liadi