La profundamente conmovedora tonada de esta melodía da expresión al significado del versículo. El llamado celestial de la voz de Di-s despierta y convoca al alma del hombre para que permita entrar a la Divinidad en su corazón. En la última frase de la melodía tenemos la respuesta del alma. Está lista para cumplir su misión del designio celestial de iluminar al mundo a través de Torá y Mitzvot.

Esta melodía es una de las diez compuestas por el Alter Rebe mismo. El Lubavitcher Rebe Anterior, Rabí Iosef Itzjak, explicó una vez que con el poder inherente en esta melodía el Alter Rebe podía purificar y refinar un alma judía.

Compuesta o enseñada por

Rabí Schneur Zalman de Liadi