Las huellas digitales nos son tomadas ya desde niños para poder identificarnos, en caso de que, por ejemplo (Di-s nos libre), alguien sea secuestrado.

Gente que retorna a su hogar y se encuentra con que su casa ha sido asaltada, es instruida por la policía a no tocar nada hasta que se extraigan las huellas digitales del lugar.

El uso de las huellas digitales como identificación se ha extendido de tal forma y es tan confiable, que ciertos criminales han llegado a cortar las yemas de sus dedos. Sin duda, agencias criminalistas, delincuentes, etc confían en el hecho de que cada una de las huellas digitales es diferente.

Cada Judío tiene sus propias huellas digitales espirituales. Es la misión que se le ha confiado a su alma. Cada persona tiene un cometido personal en la vida, buenas acciones y Mitzvot especialmente identificadas y clasificadas para ser llevadas a cabo por él.

¿Cuán cerca está su alma de lograr y completar su propósito de vida? Cuando el primer Rebe de Jabad, Rabí Shneur Zalman, fue acusado falsamente de promover actividades antigubernamentales y arrestado, uno de los oficiales de más alto rango del Zar le preguntó: "La Biblia, en el Génesis relata que Adam se "escondió" ante la presencia Divina luego de pecar al comer del árbol de la vida". ¿Por qué le preguntó Di-s a Adam?

"Dónde estás"? ¿Acaso Di-s no lo sabía?. Rabí Shneur Zalman le replicó: "La Biblia es eterna y su mensaje es actual en todas las épocas. Di-s le estaba preguntando a Adam y a cada uno de sus descendientes, ¿Dónde estás? ¿Dónde te encuentras en el cumplimiento de tu misión en esta vida? ¿Cuánto has alcanzado hoy y qué piensas lograr mañana que te ayudará a completar la tarea especial que te fue encomendada?. Nosotros no necesitamos la ayuda de huellas digitales para identificarnos espiritualmente. A diferencia de las trazas digitales, nuestra "asignación" no está registrada. Pero, con alguna contemplación o introspección, y tal vez un poco de ayuda de un maestro o guía espiritual, la podremos identificar.