Un jasid que visitó al Rebe de Lubavitch para pedir una bendición para su hijo que cumplía Bar Mitzvá, recordó en medio de la audiencia privada a su vecina judía, que sufría de una enfermedad terrible en sus ojos y apenas veía. La situación empeoraba día a día y por eso decidió pedir una bendición para ella también.

El Rebe oyó la historia y preguntó: "¿La mujer come casher?". El jasid respondió que se conducía como la mayoría de los judíos americanos. El Rebe le dijo seriamente: "Muchos judíos americanos comen casher. Habla con ella y dile que desde hoy en adelante coma alimentos casher y Di-s mediante, la enfermedad se marchará". Y así fue. La mujer comenzó a cuidar la dieta del cashrut y lentamente la visión se mejoró por completo.