A pesar de que el mar aún no se había partido, los Benei Israel continuaron avanzando dentro de las aguas del mar, luchando contra las poderosas olas. El agua ya alcanzaba sus cuellos.
Samael intentó persuadir al Ángel del Mar de ahogar a los Benei Israel arguyendo con Hashem que los Benei Israel no merecían ser salvados.
"Señor del Universo," él arguyó, "¿no fueron los Judíos adoradores de ídolos en Egipto? ¿Por qué merecen ellos milagros?" "¡Tonto!" "Hashem le respondió a él. "¿Sirvieron ídolos por su propia voluntad? Su idolatría fue meramente el resultado de la esclavitud y de su confuso estado mental. ¡Tú no puedes juzgar acciones realizadas involuntariamente y bajo amenaza en la misma manera que hechos realizados en un espíritu de rebelión!" El Ángel del Mar aceptó esta defensa y dirigió su -furia a los Egipcios en vez a los Judíos, preparándose para ahogar a los Egipcios.
Moshé extendió su mano hacia las revueltas olas y ordenó al mar, "¡En nombre de Hashem, partíos!" pero el mar no obedeció. El no quería cambiar sus fronteras, las cuales habían sido fijadas desde los Seis Días de la Creación. Hashem ordenó a Moshé elevar su bastón y amenazar al mar, al igual que el amo eleva su vara para golpear a un esclavo rebelde. No obstante, las olas continuaron hinchiéndose y no se retirarían.
Entonces la shejiná de Hashem apareció sobre el mar, y él se partió.
"Ma lejá haiam ki tanus/ ¿Por qué, mar, tú te retiras ahora?"
Moshé le preguntó.
La réplica fue, "¡Milifnei adán julí aretz- Yo me retiré sólo por el Amo del Universo Mismo!"
El rugido del agua partiéndose fue oído incluso en países distantes. En aquel momento, no sólo el Iam Suf se partió, mas así hicieron las aguas de los lagos y manantiales de todos los países, e incluso el agua en las jarras de las personas, de tal modo dando a publicidad el milagro por todo el mundo. Las aguas en el mundo retornaron a su estado natural sólo después que el agua del Iam Suf hubo reasumido su curso normal.
Mientras los Benei Israel caminaban en el cauce del mar, ellos advirtieron que el suelo bajo sus pies era fangoso. Hashem quería probar su reacción. Algunos miembros de la Tribu de Reuven observaron a aquéllos de la de Shimón, "¡Después de haber abandonado el fango de Egipto, nosotros otra vez nos encontramos en el fango!" Hashem consideró estas palabras una rebelión en Su contra y afirmó, "Ellos se rebelaron en contra Mía en el Iam Suf. Yo no obstante los salvaré para que Mi Nombre sea santificado." Hashem, en Su misericordia, secó el fango, y el suelo se volvió firme.
Mientras los Benei Israel estaban caminando a través del mar, el ángel Gabriel permaneció a su lado, protegiéndolos a ellos como una pared. El proclamó al agua a su derecha, "Custodiad a K'lal Israel que en el futuro recibirán la Torá de Hashem de Su diestra," y reprendió al agua a su izquierda, "¡No dañéis a este pueblo que en el futuro colocará tefilín sobre su brazo izquierdo! "
Diez Milagros en el Iam Suf y Diez Plagas Causadas Allí a los egipcios
Cuando los Benei Israel cruzaron el Iam Suf, Hashem realizó diez diferentes milagros para ellos:
1. El agua se partió.
2. Ella formó una protección como techo sobre sus cabezas.
3. Ella fue partida en doce pasajes individuales, uno por cada Tribu.
4. El suelo estaba perfectamente seco bajo los Benei Israel.
5. Era como arcilla bajo los pies de los egipcios. Esto fue una retribución midá kenegued - midá para castigar a los Egipcios por haber esclavizado a los Benei Israel y hacerlos trabajar a ellos con arcilla.
6. El agua se volvió tan dura como roca (lastimando a los egipcios que perseguían a los Benei Israel).
7. El agua solidificada formó paredes de mosaicos decorativos.
8. Estas paredes eran transparentes, permitiendo a cada Tribu ver a las otras cruzando (para darles a ellos sensación de seguridad).
9. Si un judío, mientras cruzaba el Iam Suf, se volvía sediento, él tenía sólo que extender su mano y la pared se derretía, produciendo dulce agua potable.
10. Tan pronto como él había saciado su sed, la pared se volvía una vez más una sólida masa.
El perseguidor ejército Egipcio también entró al cauce del mar. Cuando todos los egipcios hubieron entrado al cauce del mar, Hashem ordenó a Moshé extender su mano para que el agua fluyera una vez más para ahogar a los egipcios. Pero el sar de Egipto se arrojó él mismo ante Hashem e imploró, "¡Señor del Universo, Tú creaste el mundo con el Atributo de Misericordia! ¡Perdona a los Egipcios!"
Hashem ordenó que los sarim de todas las naciones formaran un tribunal en el Cielo para decidir si los egipcios merecían o no ser destruidos. Hashem narró a los ángeles, "Cuando Mis hijos descendieron a Egipto, ellos no tenían el propósito de asentarse allí sino sólo residir en aquel país por un corto tiempo. Entonces el Faraón surgió y los esclavizó. Al principio, él los forzó a convertirse en sus pastores y luego en sus trabajadores de la construcción, luego decretó que sus recién nacidos fueran arrojados al Nilo, y ¡finalmente que las parteras asesinaran a los niños Judíos!"
"Señor del Universo," el sar de Egipto consintió, "la verdad descansa con Vos y así lo hace la justicia. ¿Mas no podríais Vos salvar a los Benei Israel sin destruir a los Egipcios ?"
El ángel Mijael hizo señas a Gabriel. El voló a Egipto y retornó con un ladrillo. Un niño judío muerto estaba cementado dentro de él. El Atributo de Justicia entonces se volvió a Hashem, concediendo, "¡Ejecutad juicio sobre los Egipcios porque ellos son culpables!"
Los egipcios fueron borrados de existencia por causa de siete crímenes- idolatría, inmoralidad, asesinato, opresión y explotación de sus víctimas, profanación del Nombre de Hashem, orgullo, y calumnia.
El mar que había sido partido para permitir a los Benei Israel pasar sobre tierra seca ahora se derramó de retorno a su cauce.
Los Egipcios fueron afligidos con Diez Plagas junto al mar, al igual que ellos habían sido afligidos con Diez Plagas en Egipto.1
1. Aún cuando a la mañana amaneció, ellos viajaron en la oscuridad puesto que la Nube detrás de los Benei Israel sumergió al campo Egipcio en la oscuridad.
2. La Nube también causó que el suelo bajo sus pies se volviera tan blando como arcilla.
3. El pilar de fuego que iluminaba el camino para los Benei Israel radiaba intenso calor a los Egipcios, causando que las herraduras de sus caballos cayeran.
4. El calor también quemó las ruedas de sus carrozas, pero no obstante, las carrozas continuaron moviéndose, arrastradas al medio del mar por fuerza Divina.
Las Plagas arriba mencionadas son sintetizadas en la Torá con las palabras, "Y El los condujo a ellos (los Egipcios) de una manera inflexible." (Shemot 14:25) para indicar que el Faraón fue castigado con estas Plagas midá - kenegued - midá por haber endurecido su corazón y por haber ordenado que la labor esclavizada de los Benei Israel fuera intensificada.
5. Desde que las herraduras de sus cabalgaduras habían caído, los egipcios se tumbaron de sus carrozas y cayeron dentro del fango. Una vez caídos, ellos no pudieron levantarse otra vez.
6. Cuando el agua llegó derramándose sobre los egipcios, ningún egipcio pudo huir. Dondequiera que él estuviera, una ola llegaba rodando hacia él.
7. Hashem sacudió a los egipcios como alguien que voltea un pote de arriba para abajo, y ellos cayeron dentro del mar. Incluso una vez que se hubieron hundido dentro del océano, las aguas más bajas los arrojaron de vuelta a las aguas más altas, y las aguas más altas los lanzaron de vuelta dentro de las profundidades
8. Algunos de los Egipcios fueron cubiertos por la tierra al fondo del mar.
9. Algunos se hundieron dentro del agua tan rápido como plomo. (Esta fue la rápida y misericordiosa muerte de los mejores egipcios. Los malvados fueron agitados alrededor en el mar, muriendo una lenta, penosa muerte.)
10. Finalmente, el mar arrojó los cadáveres de los egipcios sobre la playa para que los Benei Israel los vieran.
¿Qué le ocurrió al mismo Faraón? De acuerdo con una opinión, mientras su ejército entero se ahogaba, él permaneció con vida, para atestiguar el júbilo de los Ben el Israel. Finalmente, al mismo final, también fue ahogado. De acuerdo con otro criterio, él sobrevivió, para no retornar nunca a Egipto. En lugar de ello, vivió en exilio, proclamando la grandeza de Hashem. 2
¿Por qué los cadáveres de los egipcios fueron depositados en la playa?
Existieron cuatro razones:
* Los Benei Israel no estaban convencidos de que los Egipcios habían perecido realmente, pensando, "¡Ellos emergieron del Iam Suf del otro lado!" "Hashem consideró el escepticismo de los Benei Israel una rebelión contra El mas no obstante sacó los cuerpos de los Egipcios para que los Benei Israel los vieran.
* Los moribundos egipcios vieron que los Benei Israel no habían perecido en el 1am Suf.
* Los egipcios flotaron a tierra para que los Benei Israel pudieran tomar sus despojos.
* Los Benei Israel pudieron reprender a los moribundos egipcios por haber sido injustos con ellos.
Después de experimentar el gran milagro de keriat Iam Suf y al ver a sus torturadores muertos frente a sus ojos, los Benei Israel fueron inspirados con temor de Hashem y emuná en ambos El y
Moshé. En el mérito de su emuná, el ruaj hakodesh entonces descansó sobre ellos, para que ellos todos pudieran cantar shirá.
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