Las siete bendiciones concluyen la ceremonia de matrimonio. Varias personas son llamadas para recitar esas bendiciones en presencia de un quórum de por lo menos 10 hombres.

En la quinta bendición nosotros pedimos por la restauración de Jerusalén y la reconstrucción del Santo Templo.

La sexta expresa la esperanza de que la novia y el novio aumenten su amor uno por el otro exclusivamente, como Adán y Eva en el Gan Eden Paraíso, cuando no había nadie más en el mundo. En la séptima nosotros rogamos por el tiempo en el que el Mashiaj vendrá a redimirnos del exilio, así la paz y la tranquilidad reinarán sobre el mundo.