El Midrash nos dice que Adán y Eva descubrieron, se beneficiaron y agradecieron a Di-s por el fuego al final del primer Shabat. Para nosotros también es la primera noche de la semana, y el momento para que agradezcamos a Di-s por el don del fuego, sin el cual nuestras noches serían oscuras, sombrías y frías.
Usamos una vela trenzada con múltiples mechas, para representar las múltiples clases y usos del fuego que disfrutamos (si no tiene una vela trenzada, encienda dos velas y manténgalas juntas así las dos llamas se combinan).
Recite la bendición. Todos miran la llama y disfrutan de la luz. Es costumbre elevar las uñas, así el brillo de la llama cae en ellas.
Bendito seas Tú, Señor, nuestro Di-s, Rey del universo, que crea las luces del fuego.
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