Cuando falleció Sará, nuestra Matriarca, Abraham fue a lo de los hijos de Jet y pidió comprar la Cueva de Majpelá, que se encontraba en el campo de Efrón "como un bien destinado a sepulturas" 1 . Efrón lo ofreció como regalo, pero Abraham se mantuvo firme en su deseo de adquirirlo pagando la totalidad del precio y en efectivo, y como está escrito "ya he dispuesto el dinero para el campo, tómalo de mí" 2.

Finalmente Efrón fijó un precio abultado "cuatrocientos shekel de plata", y Abraham abonó a Efrón todo el dinero que pidió - "cuatrocientos shekel de plata de valor comercial corriente". La Torá declara en ese momento3 : "Y se erigió el campo de Efrón... en una adquisición para Abraham". Luego, Torá reitera nuevamente la misma expresión 4 : "Y se erigió el campo ya la cueva que había en él para Abraham..."

Desconexión del Vínculo

¿Qué significado tiene el término utilizado aquí: "y se erigió" (en el texto dice literalmente "y se levantó"? Explica Rashi: "Tuvo una elevación (=jerarquización) pues salió de la mano de un hombre simple a la de un rey". Es decir que aquí tuvo lugar una transacción singular, de manos de un hombre simple a las de un rey.

Cuando una persona común adquiere un elemento de manos de su semejante, perdura la identidad del vendedor. Es verdad que el bien fue vendido al comprador y le pertenece, pero subsiste el hecho de que la cosa perteneció alguna vez al comprador.

No ocurre lo mismo cuando un rey adquiría un bien. Siendo que el país todo pertenecía al rey y era él quien confería a los individuos el poder de poseer sus bienes - resulta entonces que cuando el rey adquiere el elemento, desaparece totalmente el vínculo que había entre el bien y el vendedor, hasta dejar de identificarlo con quien pertenecía antes.

Precio Completo

Ese es el significado de la adquisición que hizo Abraham del campo de Efrón: con ello se "erigió" el campo, se elevó, se jerarquizó, y pasó de ser la propiedad de un particular a pertenecer al rey.

La adquisición cortó totalmente el vínculo entre Efrón y la Cueva de Majpelá, hasta el punto de no quedar relación alguna entre él y el campo. Se generó un vínculo entre Abraham y la Cueva de Majpelá, como si ésta hubiera pertenecido a él desde siempre.

Esto explica también la obstinación de Abraham de no aceptar el campo como regalo sino de pagar su valor total5. Abraham quería eliminar toda relación entre Efrón y el campo, para que le pertenezca a Abraham y a los demás Patriarcas de manera total y absoluta.

También Durante el Exilio Diásporico

La Cueva de Majpelá es uno de los tres lugares (los otros dos son el lugar del Templo de Jerusalem y la tumba de Iosef en Shjem) sobre los cuales dicen nuestros sabios Z"L6 "Las naciones del mundo no pueden acusar a Israel que robadas están en vuestras manos". Los comentaristas7 explican que la singularidad de estos lugares es que permanecen con la misma santidad también en época del exilio diaspórico; la Shejiná, la Presencia Divina, no se movió del Kotel Hamaarabí , y todas las plegarias de Israel pasan, también hoy en día, por la Cueva de Majpelá (y algo similar ocurre en la tumba de Iosef).

El rasgo distintivo de Mearat HaMajpelá, en Jevrón, radica en que es el primer lugar en la Tierra de Israel que fue adquirido para el pueblo de Israel. Y siendo que se compró para utilizarse como sepultura para la Matriarca Sará, la madre de Itzjak, no hay lugar a dudas que no tiene relación alguna con Ismael (y sus descendientes, los árabes).

A su vez, Mearat HaMajpelá provee de fuerza y firmeza, con la fortaleza de un rey, para que la tierra de Israel toda permanezca en manos judías, hasta la llegada de la completa redención a manos de Mashíaj Tzidkeinu.

(Likutei Sijot tomo 35, Pág. 82)