Cuando Eliézer, el siervo de Abraham, llegó a la fuente de agua que había fuera de la ciudad, rezó a Hashem, que le presente a la pareja de Itzjak. Su plegaria fue respondida con una rapidez extraordinaria1 : "Y fue cuando aun no había culminado de hablar, y he aquí Rivká salía".
El Midrash2 dice al respecto: "Tres fueron respondidos: Eliézer el siervo de Abraham, Moshé y Shlomó". También con relación a Moshé, cuando tuvo lugar la pelea de Koraj, está dicho3 : "Y fue cuando concluyó de hablar... y se partió la tierra". Así también con el Rey Shlomó, cuando la inauguración del Sagrado Templo, está escrito4 : "Y al finalizar Shlomó de rezar a Hashem, el fuego descendió del cielo".
Tres Plegarias
Esta comparación entre Eliézer, un esclavo gentil, con gigantes espirituales, tzadikim como Moshé y Shlomó llama la atención. ¡¿Cómo puede colocárselo a la par de y junto a Moshé Rabeinu y el Rey Shlomó?!
Más aun: en Eliézer encontramos una ventaja incluso sobre Moshé y Shlomó, puesto que sus plegarias fueron respondidas recién luego de que concluyeron con sus pedidos, mientras que el pedido de Eliézer fue concedido ¡"cuando aun no había culminado de hablar"!
Puede responderse que la velocidad de las respuestas no es sólo una expresión de la cualidad de los orantes, sino de la importancia del contenido de su oración.
El hecho de que las plegarias de Eliézer, Moshé y Shlomó fueron respondidas de inmediato refleja la gran importancia de esas Plegarias y de los temas pedidos por ellos.
El Posarse de la Presencia Divina
Estas tres plegarias trataron sobre el posarse de la Santidad Divina en tres campos diferentes: el mundo, el hombre, y la Torá.
El Rey Shlomó rezó por la Presencia Divina en el mundo- el Sagrado Templo. Ese era el lugar donde moraba abiertamente la Presencia Divina, hasta que los conceptos de espacio se anularon totalmente frente a la infinitud de la Santidad. Esto se reflejó en las palabras de nuestros Sabios Z"L5 : "El lugar del Arca no era parte de la medida" – el Sagrado Arca, cuyo largo era de dos codos y medio, en realidad no ocupaba espacio, ¡puesto que cuando tomaron las medidas entre los laterales del Arca y las paredes sumaban la totalidad del ancho del Santuario!
Moshé Rabeinu rezó por la Presencia Divina en el hombre- su plegaria consistió en que se revele frente a todos que el Altísimo revela Su Voluntad por medio de Sus sagrados Profetas. Koraj y su comunidad antagonizaron con la profecía de Moshé, y Moshé rezó a Di-s que pruebe a todos que la profecía es verdad, que "el Altísimo hace profetizar a los hombres" (utilizando el lenguaje del Rambam6 ).
La Virtud de la Torá
La Plegaria de Eliézer era sobre la Presencia Divina en la Torá. Nuestros Sabios Z"L7 destacan la virtud de las palabras de Eliézer por encima de la Torá de los hijos de Israel por lo que la Torá se extendió en el relato pormenorizado de Eliézer. De ello aprendieron que es "más bella la conversación de los esclavos de los Patriarcas que la Torá de los hijos". Se explicó al respecto que Eliézer con la búsqueda de la pareja de Itzjak colocó las bases para la Torá y Sus preceptos.
La esencia de la Torá consiste en la unión de la Sabiduría del Altísimo con la mente material del hombre. Una unión similar a esta tuvo lugar con el casamiento de Itzjak con Rivka- él era "una ofrenda total, íntegra" 8 , puro y sagrado, al punto que tenía prohibida la salida de la Tierra de Israel9 ; ella venía de afuera de la Tierra de Israel, de una familia de malvados. La unión entre ambos implicaba el acto de unión de la espiritualidad más excelsa con la materia inferior, similar a lo que ocurre al unirse la Sagrada Divinidad con la Torá estudiada por el hombre terrenal.
Y en razón de la virtud especial del Patriarca Itzjak, cuya cualidad distintiva era la Guevurá, fortaleza, que alude a la "'vitalidad fortalecida', es que Eliézer se hizo meritorio que 'aun' antes de haber concluido de hablar"- su plegaria fue respondida.
(Likutei Sijot Tomo 20, Pág. 91)
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