Querida Tzipora:
Mi esposo y yo estamos muy preocupados por el dinero. La recesión nos golpeó duramente, y tuvimos que achicarnos significativamente. Estamos preocupados ante la posibilidad de perder nuestros trabajos, y sentimos como si una nube gris de ansiedad pendiera sobre nuestra casa. Pero recientemente vi a mi hija jugando al "almacén" con su amiga, y devolvió algunas de sus golosinas porque "no podía pagarlas". Eso rompió mi corazón. Es demasiado joven para verse expuesta a nuestras preocupaciones. ¿Cómo puedo evitar que comparta nuestra ansiedad?
Demasiado Joven Para Preocuparse por el Dinero.
Querida Demasiado Joven Para Preocuparse por el Dinero.
Su carta toca un tema esencial de la paternidad —el desafío de establecer y mantener los límites entre el mundo de un padre y el de su hijo. Idealmente este límite debe evitar que los niños se vean prematuramente expuestos a las ansiedades y preocupaciones de los adultos, que los niños todavía no están preparados para soportar.
Sin embargo, como lo demuestra su carta, a menudo es imposible mantener completamente esta frontera, y su hija puede leer los títulos de lo que está ocurriendo detrás de la escena. Esto en sí mismo no es motivo de preocupación. Frecuentemente los niños imitan la forma de hablar de sus padres, sin comprender el impacto de sus propias palabras. Usan y descartan expresiones de adultos, así como hacen con otras cosas cuando juegan a disfrazarse y hacer creer.
Si su hija no muestra otro signo de preocupación o ansiedad durante sus juegos, tales como tener accidentes en el baño, enojo intenso o comportamiento regresivo, es seguro presumir que ella sólo está repitiendo algo que escuchó que usted decía.
Sin embargo, sería no obstante adecuado tomar sus palabras como un llamado de alerta, y pensar acerca de cómo asegurarse que sus ansiedades no se conviertan en las de ella. Una nube permanente de ansiedad puede afectar a todos en la casa. Por lo tanto tome pasos prácticos para ayudarse a aliviarse y relajarse, aun durante estos duros tiempos financieros.
He aquí algunas estrategias que puede usar.
Trabaje en su propio nivel de ansiedad. Limite la cantidad de tiempo que pasa preocupándose del dinero a veinte minutos diarios. El resto del tiempo, cuando esté preocupada, puede decirse que no es el momento correcto para pensar en ello, y que se preocupará por el tema en su "sesión de preocupaciones".
Cree una atmósfera de abundancia emocional concentrándose en lo que tiene. Cuente sus bendiciones regularmente y en voz alta. Permita que su hija sepa cuan bendecida se siente usted.
Cambie los motivos que usted da a su hija acerca de por qué decidió no comprar algo. No siempre atribuya el motivo a los gastos. De explicaciones alternativas, como, ya tenemos ese objeto en casa.
Asegure a su hija que tiene dinero para todo aquello que necesita verdaderamente. Asegúreselo a sí misma también
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