El clímax alegre de Simjat Torá es el baile de Hakafot (literalmente, "círculos"), durante el cual bailamos y cantamos con los rollos de la Torá. En palabras de un maestro jasídico, "En Simjat Torá los rollos de la Torá desean bailar, por lo que nos convertimos en sus pies".

Las Hakafot son un acontecimiento memorable, sin duda, uno de los puntos culminantes en el calendario judío. Es un evento agradable para los niños, ¡no deben ser dejados en la casa! Y es posible que desee cambiar esos incómodos zapatos de baile para este evento, los zapatos cómodos (aunque deben ser elegantes en honor de la fiesta), probablemente serán más apropiados para la ocasión.

Los maestros jasídicos explican que los rollos de la Torá se mantienen cerrados y envueltos en sus cubiertas de terciopelo durante la celebración de las Hakafot. No celebramos sentándonos y estudiando santas palabras de la Torá. Esto se debe a que la celebración comprende a cualquier judío, sin importar su nivel de sabiduría de Torá o la capacidad de comprender e interpretar las palabras de la misma. La Torá es la herencia de cada judío —el niño de un día está esencialmente conectado a la Torá como el sabio venerable —y cada judío tiene el mismo derecho a celebrar en este día especial.

Hakafot-Paso a Paso

Hakafot se celebran en la víspera de Simjat Torá, y nuevamente a la mañana siguiente. En las comunidades jasídicas Hakafot, también se llevan a cabo en la víspera de Sheminí Atzeret. Las Hakafot de la noche siguen a la Amidá de las oraciones de la noche festiva, las Hakafot de la mañana preceden inmediatamente a la lectura de la Parashá (final de la Torá).

Antes de que empiece el baile, un conjunto de diecisiete versículos, llamada Ata Haraita, se canta tres veces. Tradicionalmente, los miembros de la comunidad son honrados con la conducción de la congregación en la recitación de estos versículos, en las sinagogas, donde hay mucho más feligreses que versículos, es una práctica común "rematar" los honores, cuya recaudación se destina para caridad.

Después de Ata Haraita, es costumbre de Jabad, establecida por el Rebe, cantar el siguiente versículo (Génesis 28:14): "Y tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te fortalecerás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur, y por tu intermedio serán benditas todas las familias de la tierra y a través de tu simiente".

Todos los rollos de la Torá se sacan del Arca. Según el Zohar, las coronas de la Torás no se deben quitar, sino que deben permanecer en los rollos durante el baile. Los miembros de la congregación son honrados con cargar los rollos (el rollo de la Torá siempre debe mantenerse sobre el hombro derecho), y el líder conduce la procesión alrededor de la bimá (mesa de lectura de la sinagoga), mientras recita oraciones breves suplicando Di-s para el éxito y liberación, y la congregación responde del mismo modo. Esto es seguido por el canto y el baile, con los rollos de la Torá pasando de persona a persona, permititiendo a todos la oportunidad de ser los "pies de la Torá" Los niños también participan en el jolgorio, tradicionalmente bailan con banderas especiales de Simjat Torá, y a menudo echan una mirada a vuelo de pájaro de la danza mientras se sientan sobre los hombros de sus padres mientras baila. En el espíritu de alegría, no es raro encontrar a algunos adultos disfrutando de un lejaim o dos antes y durante las Hakafot.

Este proceso se repite siete veces —siete Hakafot. Después de cada hakafah (término singular para Hakafot), el Gabai (bedel) de la sinagoga anuncia: "Ad kan hakafa..." ("Hemos llegado a la conclusión de la hakafa número x"), los rollos de la Torá son devueltos al arca, y se inicia las hakafa siguiente (por lo general con un conjunto diferente de personas que tienen la Torá, y un líder diferente).

El procedimiento para las Hakafot en Simjat Torá por la mañana es ligeramente diferente. Según la costumbre de Jabad, tres circuitos y medio se hacen alrededor de la bimá, recitando las plegarias para cada hakafah en el curso de la mitad de un circuito. Las siete Hakafot se llevan a cabo en sucesión sin interrupción (el Gabai no anuncia "ad kan..."), y luego son seguidas por un período prolongado de canto y baile con la Torá.