He Venido1 a Mi Jardín, Mi amada novia2

[El Cantar de los Cantares, es una parábola del amor de un novio por su novia, refiriéndose metafóricamente al vínculo profundo y único existente entre HaShem, el Creador (“el novio”) y el pueblo judío (“la novia”).

En ese contexto el Altísimo dice al pueblo de Israel: He venido a Mi Jardín, Mi amada Novia.

A qué se refiere ese Jardín, y cuál es el momento donde Di-s llega “al jardín”?]

El Midrash Rabá (sobre el texto3) explica que [el término] “Leganí” significa “Lignuní” [que se refiere al lugar de resistencia de los novios. O sea que D´s dice He llegado] al lugar donde se encontraba Mi residencia principal desde un principio [desde la creación del mundo], puesto que lo esencial de la presencia Divina, la Shejiná, se encontraba [cuando se creó el mundo] en los [mundos] inferiores. [Y si Di-s ya se encontraba en el mundo inferior de un principio, dice el texto que llega por qué ahí, lo que indica que Se retiró durante un período y ahora volvió? Puesto que] a causa de los pecados, como ser el pecado de Adam que ingirió del Árbol del Conocimiento, se elevó la Presencia Divina [desplazándose] de la Tierra al primer Cielo, ya causa de los demás pecados se elevó [desplazándose] de Cielo en Cielo hasta el Séptimo Cielo. Luego surgieron los Tzadikim, los hombres justos, e hicieron descender la Presencia Divina de un Cielo al otro, hasta que llegó el séptimo, “y todos los séptimos son preciados”, Moshé y él la hizo descender abajo, a la Tierra.

A eso se refiere el texto que dice: “Los justos heredarán la Tierra y morarán sobre ella a la eternidad” [el versículo se refiere a la acción de los justos, mencionada recién. Donde ellas son los artífices de traer al mundo la Presencia Divina. El texto debe ser interpretado de la siguiente manera:] Los justos heredarán la Tierra [eterna] se refiere al Gan Edén, el paraíso del Edén, debido a que ellos hacen morar a la [eternidad-la] Presencia Divina, sobre la Tierra inferior.

En esto consiste el objetivo final de la creación en todos los mundos [hacer morar en este mundo inferior, la esencia de la Presencia Divina.]

La revelación principal [generada por estos Tzadikim] que hicieron descender la Presencia Divina abajo, tuvo lugar en el Santuario, como está escrito: “Y harán para Mi un Santuario y moraré en ellos”. [Vemos que la Presencia Divina moraba en el Santuario]. Nuestros Sabios destacan que el texto no dice [Harán un Santuario y moraré] en él, sino en ellos, [lo que significa: moraré] dentro de cada uno del pueblo de Israel. Esto significa que a través de que cada individuo judío practica consigo esos mismos servicios que se llevaban a cabo en el Santuario logra que la esencia de la Presencia Divina more en él. Y esto, en el nivel de cómo era en el principio, cuando la Creación del Mundo, e incluso en un nivel de Presencia Divina mayor que en el principio, lográndose así [el objetivo final de la Creación] que la morada principal [de HaShem] tiene lugar en los [mundos] inferiores. 2

[A partir de aquí comienza a desarrollar el servicio del Santuario, aplicado a la acción de cada uno en su santuario interior:]

Uno de los servicios principal que tenía lugar en el Santuario, era el servicio de los sacrificios, que era un servicio espiritual. A pesar de que el servicio de los sacrificios que estaba en el santuario consistía en que se sacrificaba un animal material, también era un ejercicio espiritual. Prueba de ello era la participación de los sacerdotes con su servicio [espiritual] y de lo Levitas con sus cánticos y música durante la ofrenda del sacrificio, todos estos eran trabajos [interiores] espirituales. Y como dice el Zohar 3 que “los sacerdotes a través de su trabajo interior silencioso y con el deseo del corazón [que ansía Divinidad] generaban el descenso [de la Divinidad], y lo Levitas con sus cánticos y música, era una acción de elevación desde Abajo hacia Arriba”. Resulta entonces, que incluso los sacrificios [animales] que tenían lugar en el santuario consistían en trabajo espiritual. Más aún la labor espiritual de los sacrificios, como tiene lugar en el seno de cada individuo judío consiste en un trabajo espiritual.

A este trabajo del sacrificio [espiritual que debe realizar cada uno] se refiere el texto que dice al abrir el párrafo dedicado a los sacrificios: “Un hombre cuando ofrenda de ustedes un sacrificio para HaShem”. Es como cita el comentario del Alter Rebe 4 que el texto debería haber dicho “un hombre de ustedes cuando ofrenda” y ¿Por qué dice “un hombre cuando ofrenda de ustedes”? Sólo que la intención del texto es: Un hombre cuando ofrenda – del hebreo “iakriv”, que deriva de “lehitkarev”, acercarse – el hombre cuando venga a acercarse a HaShem. Este es esencialmente en sentido de los sacrificios, “¿Por qué5 se llama el sacrificio”Korbán”? Porque acerca-mekarev, el concepto de los sacrificios es acercar las fuerzas y las capacidades [a la Divinidad].

Entonces, [cuando el hombre vena a acercarse, el texto continúa:] “de ustedes un sacrificio a HaShem”, debéis ofrendar de ustedes mismos. [¿Qué significa convertirse uno mismo en un Korbán?] Tal como el sacrificio en su sentido literal y físico consistía en la toma de un animal vivo y en condiciones perfectas, y se lo degollaba, es decir se le extraía la vida, y luego se ofrendaban las partes correspondientes, consumiendo el cebo en el fuego que estaba sobre el altar.

-Y en una ofrenda “olá” – holocausto, el primero de los sacrificios, era esto en mayor intensidad, se ofrendaba la totalidad del animal al altar –

Los mismos pasos deben aplicarse en el trabajo del sacrificio espiritual. Ante todo debe poseerse un ‘animal’ en estado perfecto, o sea uno debe revisarse a sí mismo y verificar que el ‘animal’ que está dentro suyo –el cuerpo y el alma animal – esté integro. Y esta verificación debe ser llevada a cabo a conciencia, no de manera rutinaria, como alguien que actúa por costumbre, puesto que si fuera así la revisación no será adecuada ni suficiente. Pero cuando uno es consciente que esto es algo que afecta a su alma literalmente, entonces uno se revisa en todos los rincones de su ser, en su intelecto y en sus capacidades emocionales, y especialmente en los tres ropajes [a través de los que se viste el alma] del pensamiento, la palabra y la acción. Entonces sabrá cuáles son todos sus temas que requieren enmendarse, y siendo que es consciente que el tema afecta a su vida actuará y llevará a cabo en la práctica todas las correcciones necesarias para que no posea defecto alguno 6, que su animal esté íntegro, y ahí estará en condiciones de ser aceptado [por HaShem] como una ofrenda.

Entonces procederá a la faena, la ‘shejitá’, donde la carne etc. permanece íntegra, sólo que se le extrae la vitalidad, es decir el trabajo de quitar el entusiasmo y la energía vital de los asuntos materiales. Es decir, el ‘cuerpo’ de los temas materiales queda, pero se redirecciona la energía puesta en ellos, utilizándolos sólo con objetivos espirituales, que lo material potencia fuerzas adicionales al servicio del altísimo.

Como lo que dice [el Talmud]7 “el vino y el perfume abre la mente [hasta] no8 haber consumido carne de toro no logran analizar el motivo del tema”. Esto, donde logran mayor material de temas personales se canaliza para potenciar en temas espirituales. Pero más es donde lo material mismo es utilizado para cumplir con el una mitzvá, como ser las comidas de Shabat y Festividades religiosas, o el Tzitzit confeccionado con lana material, y Tefilín de cuero material, donde el propio elemento material se convierte en una mitzvá, y no sólo es un medio a través del cual se cumple un precepto con otro objeto [los personales, que no son mandamientos], de acuerdo al mandato9en todos tuscaminos conócelo [a HaShem]”.

Y esto es el trabajo [interior] de las ofrendas, quitar la energía materialista de los asuntos materiales y utilizarlos sólo en beneficio del servicio al Creador. Entonces logrará que “de ustedes una ofrenda a HaShem”, de ustedes mismos será. Y cuando el hombre hace de sí mismo una ofrenda, entonces logra convertirse en un Korbán para HaShem, que se acerca y se une con HaShem.

Sin embargo, cuando reflexione sobre su estado y situación [espirituales] y lo realice a conciencia, uno se dijo antes, muchas veces verá y comprobará que incluso si ahora ya no es un pecador, sin embargo “mi pecado es frente a mí siempre”, es decir que las transgresiones que realizó durante su vida, y entre ellas, también los que llevó a cabo antes de ser Bar Mitzvá (como dice10 el Miteler Rebe) siguen presentes, puesto que aún no las arregló. Prueba clara de que aún no se los enmendó, puesto que si se hubiera arrepentido y retornado con Teshuvá como corresponde, no sólo que carecería de la situación que “el pecado arrastra otro pecado”, sino que por el contrario, a causa de haberse convertido en verdadero retornante, un Baal Teshuvá, su servicio a HaShem de aquí en más hubiera sido con mayor intensidad de cómo fue hasta ahora. Eso mismo, que previamente estuvo (espiritualmente) “en una tierra desierta y en la sombra de la muerte” hubiera despertado en él un intensísimo deseo de Divinidad. Que cuando reflexiona en su verdadero estado y situación, sin ser permisivo y liviano consigo, y sin engañarse a sí mismo de manera absoluta, siente en sí mismo todo lo contrario. No sólo que su estado y situación no lo llevo al entender amor de sed de D´s a través del cual las transgresiones premeditadas se transforman en méritos, sino al contrario lo llevó a que sea grosero y bruto [espiritualmente], al punto de estar encuadrado en la definición donde “un pecado lleva a otro pecado”. De todo esto tendrá la comprobación contundente que el concepto de “mi pecado está frente a mí siempre” no lo es en el sentido más elevado, de que ya llevó a cabo un arrepentimiento y Teshuvá adecuada, solo que de acuerdo a su nivel actual más elevado, la Teshuvá interior no es suficiente, y ahora precisa de una Teshuvá de un nivel muy elevado,

sino que de un principio no enmendó en absoluto sus temas [pecaminosos del pasado], y ellos constituyen una cortina que divide y separa entre él su Padre Celestial, y obstruye y obstaculiza del servir a HaShem.

Cuando reflexiona en todo esto y a su vez sabe de la gran importancia de los Korbanot, que implican el acercamiento de las fuerzas y capacidades [a HaShem] hasta fusionarse en “el Fuego Supernal”, y que el sentido místico de la ofrenda se eleva hasta el secreto del Ein Sof, el Infinito (como se explicará más adelante), entonces se preguntará, ¿Qué relación tiene él con el concepto de las ofrendas? Y ¿Cómo ha de ser aceptado como ofrenda para HaShem? ¡Él carece de todo! Para quitar esta pregunta agrega mi santo suegro, el Rebe, sobre el comentario del Alter Rebe sobre la palabra “de ustedes” y dice: “de ustedes”- depende de ustedes y está en ustedes ¡todo esto sólo depende de ustedes! Independientemente de su estado y situación, y de todo lo que pasó con él hasta ahora, a sobrellevado de las propios temas que afectan su corazón, sin embargo todo depende de ustedes. Al punto de que todos y cada uno está en condiciones de decir “cuando habrán de alcanzar mis actos a las acciones de mis antepasados Abraham, Itzjak y Iaakov!”

Esto es lo que dice el texto “de ustedes una ofrenda para HaShem”. De ustedes depende ser una ofrenda para HaShem, acercarse y unirse con HaShem. El texto utiliza aquí el nombre Divino Havaiá – Korbán para Havaiá. Esto se debe a que las ofrendas son sólo para Havaiá específicamente. No son para el nombre Elokim, cuyo valor numérico [es 86 que] equivale al valor numérico de la palabra Hateva, que significa la naturaleza, [y se refiere a las fuerzas Divinas que animan a la naturaleza], sino son específicamente para limitaciones de la Havaiá [la Divinidad Superior manifestarse a través de la naturaleza]. Y como se explica en el Zohar sobre el versículo “el que ofrenda a Elokim será eliminado” que los sacrificios son para Havaiá, un nivel de la Divinidad Superior al del nombre Elokim.

En realidad el sacrificio llega a un nivel más alto aún, “frente a Havaiá” [superior a Havaiá], puesto que “la mística de la ofrenda llega hasta el secreto del Ein Sof, el Infinito, lo cual es superior también al nivel de Divinidad de Havaiá. El nombre Havaiá aunque es superior al nombre Elokim, sin embargo sus cuatro letras [Yud-Kei-Vav-Kei] aluden al proceso de contracción [la Yud], expansión [la Hei], descenso [la Vav] y expansión [la última Hei], lo que implica una orden y estructura de un proceso de Hishtalshelut. Pero el Infinito, el Ein Sof, es superior a Havaiá, y es ahí donde llega el servicio de los sacrificios.

Esta es la explicación del texto, que al finalizar con la ofrenda dice “con su voluntad frente a Havaiá”. Previamente dice “una ofrenda para Havaiá, pero al concluir el tema, después que dice “del animal, del vacuno y del ovino” ahí dice “frente a Havaiá”. Explica el Rebe Tzemaj Tzedek: ““frente a Havaiá” quiere decir superior a Havaiá.”

Y en esto consiste el tema de los sacrificios, que el trabajo no es sólo con el alma Divina, sino también con el animal, el vacuno y el ovino, que es el alma animal, y especialmente como eran los sacrificios en el Templo donde podía ser el servicio de las ofrendas literalmente con un animal físico, y a través de ello se llega, frente a Havaiá, al secreto del Infinito.

3. En los sacrificios, así como también en el acercamiento [a D´s] de las capacidades y fuerzas, la ofrenda material se consumía en el Fuego Supernal. Así también en el trabajo espiritual del sacrificio que tiene lugar en cada judío, explica mi santo suegro, el Rebe en su discurso de referencia, que estas ofrendas deben consumirse en el Fuego Supernal, en las brazas de fuego del alma Divina, que sin el Fuego Supernal, como está escrito “sus brasas son brasas de fuego, una llama de Di-s” [Vemos aquí que] la raíz del amor del alma Divina es del Fuego Supernal, la llama de Di-s. Por eso también el amor del alma Divina como está aquí abajo se llama fuego Supernal.

La explicación de [la analogía] del amor de Arriba, y del alma Divina [con las brazas de fuego] por lo que llama ‘llama de Di-s’ es la siguiente:

Está escrito en el Sefer Ietzirá [El libro de la Creación] que ‘las Diez Sefirot, los Diez Atributos Divinos [Sabiduría… Bondad… Reino], son cual una llama que está unida a la brasa.’

El Rebe Maharash detalla, que hay aquí [en esta metáfora] dos aspectos: la llama que está adentro de la brasa y la llama que está encima de la brasa.

La llama que está encima de la brasa puede también estar por sí misma, sólo que no posee existencia ni entidad concreta. Por eso la Mishná enuncia que “quien saca [de un dominio privado a un dominio público en el día de Shabat] una llama está libre [de pena]”. De esto sabemos dos puntos: a) que existe una llama por sí misma, por eso es posible analizar la ley de un caso de quien ‘saca una llama’ [al dominio público], pero b)la llama no posee existencia y sustancia concreta, y por ende se está libre [de pena]. [Similar a ello ocurre con las Diez Sefirot, los Atributos Divinos, que se comparan a la llama ligada a la brasa:] Antes de haber sido creado el mundo – lo que incluye también a antes de la emanación del mundo [de Atzilut], “estaba Él y Su Nombre, solamente, y sólo después fueron emanadas las Sefirot.” Estos dos niveles, las Diez Sefirot como se encuentran escondidas [en su fuente] en el Emanador [previo a su emanación y aparición] y las Diez Sefirot como ya fueron emanadas, son análogas [alegóricamente hablando] con los dos aspectos de la llama. La llama que se encuentra dentro de la brasa, a pesar de que posee mayor intensidad, pero estando en la brasa no posee entidad ni existencia de llama, ni que hablar de que ahí no se percibe una existencia de llama sino la existencia de una brasa. Es sólo que hay indicios y pruebas de la existencia de una llama también dentro de la brasa Y es más, con mayor intensidad, pero lo que se reconoce y percibe es sólo la brasa.

Similar a esto, y en mayor medida aún, es con respecto al asunto de las Diez Sefirot ocultas en Su Emanador, que lo que hay ahí es solo el Emanador, sólo que hay pruebas a partir de las Diez Sefirot ya emanadas de que existen Diez Sefirot ocultas en Su Emanador. Y luego fueron emanadas las Diez Sefirot [de manera revelada y perceptible], pero incluso luego de Su Emanación siguen ligadas a su fuente, las Diez Sefirot Ocultas, de la misma manera que la llama que está sobre la brasa está ligada con la llama que se encuentra en la brasa. Y esto es todo su sostén, puesto que si se separaría de su fuente sería nada.

Y este es el significado de “la llama de Di-s”; de la misma manera como con una llama, que está la llama tal como se encuentra dentro de la brasa, tal como la llama está encima de la brasa y ligada a ella, y a su vez, la llama que está sobre la brasa puede estar por sí misma desconectada [de la brasa como se trajo antes la ley de quien transporta una llama], lo mismo ocurre en la cadena de mundos espirituales [que están los tres niveles, como las Diez Sefirot están escondidas en Su Fuente de emanación, como están reveladas luego de su emanación y como dan lugar a una existencia que se percibe como independiente] puesto que las Diez Sefirot reveladas [donde ya hay un atributo Divino definido como Sabiduría o bondad] a pesar de que siguen ligadas a Su fuente, puesto que “Él y Sus energías [la Luz de la Sefirá] son uno, Él y Sus instrumentos [los “recipientes de la Sefirá] son uno”, similar a la llama que está sobre la brasa que es una sola cosa con la llama que se encuentra dentro de la brasa, la que [a su vez] es una con la brasa, pero sin embargo, como consecuencia de los múltiples descensos de niveles de la cadena de mundos espirituales es posible, finalmente, que haya lugar a equivocarse de que hay desconexión [de la existencia y su Fuente Divina]. Como [vemos que la propia Divinidad da lugar a una interpretación opuesta a la Unidad de Di-s, de lo que] dijeron nuestros Sabios Z´L [cuando HaShem le dijo a Moshé que escribe en la Torá “Hagamos (un hombre)”, a pesar de que esto da lugar a la “errónea interpretación” de que hay pluralidad, Di-s libre, en la Divinidad] “tu escribe, y el que desea equivocarse que se equivoque”, es decir que Di-s dice [Di-s da lugar a eso] y el que desea equivocarse, (como consecuencia de que se escribió así) que se equivoque. O sea que desde la llama puede haber lugar a la conclusión errónea de desconexión [de la Fuente Divina]. Pero la llama misma es una “llama de Di-s”, y utiliza aquí el nombre Divina Y-a, Yud y hei, donde la letra Yud incluye dos niveles, la propia letra Yud, que equivale a Diez, y se refiere a las Diez Sefirot reveladas como emanación, y a su vez incluye la “espina” de la letra, Yud, que es superior a ella, y es la fuente de la Yud, y se refiere a las Diez Sefirot Ocultas. Ambas [en conjunto, en la misma letra] constituyen la llama de D-s, Yud y hei, es decir que no existe en ellas desconexión, Di-s libre.

De la misma manera [como en la Divinidad está la dimensión de la “llama de Di-s”, con todo lo que ello implica, como se acaba de desarrollar, así] también el amor del alma Divina se llama [y es análoga a] “la llama de Di-s”. Siendo que el Génesis, [la creación] el Bereshit, tuvo lugar en aras de Israel, que también son llamados “Reshit”, toda la cadena de mundos es con el objetivo del pueblo de Israel, se entiende que todos los aspectos existentes en la cadena de mundos también se encuentran de esta manera similar y activan en Israel. Esto ocurre también con “la llama de Di-s”, que causa en el pueblo de Israel que en ellos haya una llama de Di-s, un amor a Di-s [de manera análoga a la “llama de Di-s” como está en las Sefirot].

Está escrito “pues te habrá de amar HaShem tu Di-s”, y Jasidut interpreta que “te habrá de hacer amar”, generará en ti amor [a Él]y [Él] te ama. Y uno depende del otro. Que HaShem tu Di-s [genera en ti el amor a Él] se refiere a la Esencia del Infinito, Bendito Sea, que [causa que] a partir de la llama de Di-s se genera la misma condición en el pueblo de Israel. Y en eso, a su vez, hay dos tipos de amor. De la misma manera como en las esferas supernales están las Diez Sefirot tal como están en su Fuente, en el Emanador, y tal como fueron emanadas [en Sefirot perceptibles y definidas], así también en el amor [a Di-s] hay dos maneras similares:

En los temas que llevan a amarlo a Él, Bendito Sea, engendra y hace nacer el amor a HaShem. Sin embargo, cuando profundiza en la reflexión como debe ser, y está totalmente sumergido y unido al intelecto, entonces la emoción no tiene entidad, ahí la emoción está fusionada y está integrada en su causa [el intelecto] y no es una emoción [en sí misma]. Sólo cuando se corre de la causa [la reflexión profunda] y baja hacia la consecuencia [la emoción ahí se genera una realidad opuesta, que la que se percibe fundamentalmente en la existencia de la emoción, que esta manifiesta, sólo que sigue ligada a la meditación que los engendró. En mayor detalle [está ligada] con la emoción mental de la meditación. Y esta conexión [con la causa, la meditación] da vitalidad y solidez a la emoción. Como en la metáfora de la llama que está sobre la brasa, que está ligada a la llama que está dentro de la brasa, y por medio de ello la llama posee un sostén permanente, energía y fortaleza. Así ocurre con el amor [desarrollado como una emoción concreta] debe estar ligado con el amor tal cual se encuentra englobado y es parte integral de la causa [la reflexión intelectual]. Y esta es la “Llama de Di-s” [el amor del Alma Divina] donde se consumen todas las ofrendas [de sus emociones del alma anormal de la persona que se direcciona hacia Di-s].

4. Se explicó antes de que las ofrendas llegan al nivel “ante Havaiá”, es decir [a un nivel] superior a Havaiá. De esto se entiende que también “el Fuego Supernal” donde se fusiona el sacrificio, es superior a Havaiá.

En el servicio del hombre a Di-s, esto [el nivel superior a Havaiá] significa un servicio superior a la razón y la lógica.

Al igual que en el servicio de las ofrendas que tenía lugar en el Sagrado Templo, se ofrendaba un animal específicamente, así también ocurre [con el servicio] ahora, cuando “las plegarias fueron instaladas correspondientemente [y en lugar de] las ofrendas diarias permanentemente el trabajo [de ofrendar] del Alma Divina, debe llevarse a cabo específicamente con el alma animal, y no [es suficiente] el trabajo del alma Divina por sí misma. Precisamente esta labor [con el alma animal] llega más allá de la razón y la lógica, por encima [del orden y la estructura] de la cadena de mundos [espirituales].

A pesar de que también la labor del alma Divina para sí misma tiene lugar en el cuerpo y con el cuerpo, puesto que la Entrega de la Torá fue específicamente a las almas como están dentro de un cuerpo, y el cumplimiento de los preceptos, es por medio del cuerpo, inclusive también los preceptos de los deberes del corazón, como se explica en varios lugares. Sin embargo puede [que esta labor del alma Divina para sí] no tenga relación con el cuerpo y no tenga efecto sobre él. Por ejemplo, cuando estudia Torá y cuando reza, mientras que permanece en “los cuatro codos” de la Ley Judía, y en “los cuatro codos” de la plegaria está en un estado de delicadeza y finura espiritual. Pero cuando se corre de ello, al concluir su estudio y su plegaria, se percata que permanece en el mismo estado de grosería previo, y hay veces que [a través de su estudio y plegaria] incluso se le agrega egolatría de la satisfacción personal de su labor espiritual.

Podría decirse que [la diferencia de la labor del alma Divina para sí y la labor del alma Divina de manera conectada al alma animal] sería como la diferencia en cumplir una Mitzvá con un objeto separado al cumplimiento de la Mitzvá con el cuerpo. El cumplimiento de un precepto con un elemento independiente puesto que los cambios que requieren el pergamino y la luna para adecuarse al cumplimiento del precepto son llevados a cabo por la acción y el trabajo del nombre. Mientras que los cambios [espirituales] generados por la consagración del elemento para cumplir la Mitzvá y el cumplimiento de la Mitzvá en la práctica no se notan. [Es decir que no se ve afectado abiertamente por el precepto a diferencia de la persona misma que sí se ve afectada espiritualmente [por la intención y conciencia de cumplir un mandato del Creador, el sentimiento que ello genera, el significado del precepto, etc.]. Similar a ello. Similar a ello puede ocurrir también con el cumplimiento de los preceptos por medio del cuerpo y en el cuerpo que sea como la mitzvá que se cumple con un elemento independiente, es decir que el cuerpo sea tan sólo un medio a través del cual el alma estudia Torá y cumple Mitzvot.

No es éste el objetivo del trabajo espiritual consigo, sino que el objetivo está en trabajar con el cuerpo y el alma animal para transformarlos de un extremo al otro. Que se note en el cuerpo que se trata de un cuerpo que estudia Torá y cumple preceptos, y por supuesto que se sientan esto en el alma animal. Entonces [cuando trabaje y transforme a su cuerpo y con su alma animal sacándolos de lo negativo y la impureza, hacia la santidad] no sólo que no se tendrá relación con lo prohibido [por la Torá] sino que tampoco dará lugar a asuntos [permitidos, pero] superfluos e innecesarios, puesto que también en lo permitido y neutro dará lugar y deseará sólo aquellos que es imprescindible para la salud del cuerpo, que le permita servir al Altísimo, Bendito Sea. Pero si su trabajo [espiritual] consiste sólo en el trabajo del alma per se, y el cuerpo es tan sólo un medio [un instrumento], no es ese el objetivo final, y no es ésta una ofrenda “para aceptación [Divina]” “ante HaShem”.

El trabajo con el cuerpo y el alma animal es “imperativo” siente, percibe, la voluntad del Padre [de tener “una morada en los [mundos] inferiores], y por ello el trabajo del alma es específicamente con el cuerpo.

El servicio “hijo” [de HaShem] del alma, posee una supremacía incluso sobre el servicio del “siervo”. El esclavo, a pesar de que su trabajo tampoco está motivado por el gusto, el placer, derivado del mismo [representa entonces, un servicio a Di-s que no está motivado por el beneficio, sino en aras de cumplir la Voluntad del amo] sin embargo, el esclavo sólo cumple la voluntad del amo, o sea que sabe cuál es su mandato pero no siente su voluntad y desconoce por qué el amo desea tal cosa. Mientras que el alma, “hijos sois vosotros para HaShem, vuestro Di-s, aunque su servicio tampoco no es por el motivo y el saber del mismo, sino para cumplir la voluntad del padre, sin embargo ella siente y percibe la Voluntad y conoce su razón.

Esto es el significado del texto bíblico, que luego que dice “de ustedes un sacrificio para HaShem”, concluye con “del animal, del vacuno y del ovino”. “de ustedes un sacrificio para HaShem” se refiere al [acercamiento y trabajo del] alma Divina. Pero siendo de que “el secreto instintivo del sacrificio llega hasta el secreto del Infinito [de Di-s], el nivel “ante Havaiá” superior a Havaiá”” [la revelación y manifestación de la Luz Divina, pero la ofrenda llega encima de ello] por eso debe tener lugar el “del animal, el trabajo con el alma animal y el cuerpo. Y este trabajo debe ser meticuloso y pormenorizador específicamente “del vacuno y del ovino”, debe reflexionar y profundizar en los detalles de su alma y su trabajo con el cuerpo y el alma animal, y entonces será “para Su Voluntad ante Havaiá”.

5. La introducción al capítulo [de la Torá] sobre los sacrificios es [el versículo] “y llamó a Moshé. Representa [este llamado de D´s] la entrega de la fuerza para poder llevar a cabo el trabajo de los sacrificios.

Pese a que [el texto dice] “de ustedes una ofrenda para HaShem, [significa, como se dijo arriba] que “de ustedes” y en ustedes está el ser una ofrenda para HaShem [entonces ¿por qué se requiere de una fuerza especial para llevarlo a cabo?]. Sin embargo, encontrándose la persona en una situación [espiritual] baja, y cuando más reflexiona ve aún más su bajeza, y su lejanía, y se desanima por eso la apertura [de convertirse en una ofrenda para HaShem] es “y llamó a Moshé”, que implica el brindar la posibilidad y la fuerza a cada hombre individualmente para convertirse en una ofrenda para HaShem, incluso [llegar a] Havaiá.

Por eso el texto no identifica aquí a quién es el que llama, puesto que [este llamado y fuerzas] proviene de un “lugar” superior, inmensamente reverencial, la Luz Infinita que “rodea a todos los mundos. El nivel de “Tu eres Santo”, que es superior a [lo que sigue en el texto de la plegaria] Tu Nombre es Santo.

[Y el llamado es a Moshé –“y llamó a Moshé”] Moshé es el pastor de Israel. Está dicho en el Midrash que fue probado [en su capacidad de liderar al pueblo judío] con haberse ocupado de los más pequeños, que de ello específicamente hay prueba que él es un pastor como corresponde. Lo mismo ocurre en cada generación puesto que “la expansión de Moshé está en cada generación”, los pastores de Israel que hay en cada generación. Son ellos los que transmiten la fuerza para el trabajo de los sacrificios. Esto se sabe a que [los pastores de Israel] son “un intermediario que une”, un intermediario entre Havaiá y ustedes. Es el intermediario que une a los mundos con la Divinidad a través de la salmas.

En esto consiste el hacer “la morada para Él, Bendito Sea, en los [mundos] inferiores que depende de cada uno, “Harán para Mi un Santuario y morará en ellos”, dentro de cada uno. Y de ello, una de las labores principales es el trabajo [espiritual] de los sacrificios, que como se dijo arriba, consiste en reflexionar sobre su estado y situación [espiritual] a conciencia, sin auto engañarse. Y conjuntamente con ello se le dice “de ustedes” y en ustedes está el corregir y enmendar para estar íntegro, sin defecto, y [luego] ofrendar “de ustedes” un sacrificio [el alma Divina] y una “ofrenda del animal” [del alma animal]. Y esta se lleva a cabo a través de estar ligado, en una conexión que va en incremento y en escala ascendente, con “la extensión de Moshé” que hay en cada generación, una extensión donde se encuentra también la “esencia”. A través de esta conexión, se conecta a su vez con el [nivel desde donde] “llamó a Moshé”, donde “no hay pensamiento que pueda catarlo a Él en absoluto” [por eso no identifica a la Fuente del llamado], y se extiende “la llama de Di-s”, el Fuego Supernal, donde se consume y fusiona la ofrenda y a través de ello se logra el “moraré en ellos”.

Lo mismo también en relación a nuestra generación: el Pastor y Líder de Israel [el Rebe], quien nos indicó el camino recto, donde caminamos en sus caminos y senderos, la acción que ha de hacerse y la acción que no ha de hacerse. A través de ello se entregó y se extendió la fuerza, para que todos y cada uno, en toda situación en la que se encuentra, quede en un momento y en un instante, puede predisponerse al “ofrenden de ustedes una ofrenda para HaShem”, que sus capacidades y sus fuerzas se fusionen con el Fuego Supremo y más aún, que incluso su cuerpo y su alma animal, “del animal, del vacuno y del ovino”, ofrenda y por medio sea “para aceptación ante Havaiá” más alto que Havaiá. Y como dice el Rebe, en el discurso de referencia, que “cuando se doblega al “otro lado” se eleva la Gloria del Altísimo en todos los mundos “que la Luz Divina que “rodea” a todos los mundos por igual [porque va más allá de todos los mundos] se la hace descender a través de la labor de “doblegar al otro lado”, el trabajo con el cuerpo y el alma animal.

Y cuando todos y cada uno lleve esto a cabo, entonces también la vitalidad general de este mundo se elevará al nivel de santidad, “y llenará la Gloria de HaShem a toda la Tierra” –el objetivo final de los días del Mashiaj, y la resurrección de los muertos el objetivo y perfección de la creación de los mundos, pronto en nuestros días.