Sé una persona agradecida

Antes que nada, el cumpleaños es un día para dar las gracias. Es un día en el que los padres tienen que darle las gracias a Di-s por el tan preciado regalo que Él les dio. El día en el que la nación judía tiene que dar las gracias por la suma de un nuevo miembro a su familia/nación. Y, por supuesto, el día en el que el que festeja el cumpleaños le expresa su gratitud a Di-s por el regalo de la vida.

Este es el día en el que se nos dio el mandato de cambiar el mundo. El día en el que Di-s nos confió la misión de desafiar a un mundo hostil y transformarlo en el santuario privado de Di-s. Y al lograr este objetivo, uno también recibió la capacidad de alcanzar una increíble elevación espiritual: una altura inconcebible para el alma antes de que fuera enviada de su exaltada morada celestial a habitar en un cuerpo físico.

El festejo del cumpleaños también es una demostración de confianza. Confianza en que eres digno y seguirás siendo digno de la confianza de Di-s. Por más difíciles que sean los obstáculos, perseverarás y te pondrás a la altura de las expectativas que tiene Di-s para ti.

Este día recibe un significado especial si uno ya pasó la edad de bar o bat mitzvá. La palabra mitzvá significa “precepto”, pero también se relaciona con la palabra tzaveta, que significa “conexión”. El cumplimiento de los preceptos de Di-s es el vehículo a través del cual nos conectamos con Di-s. Mientras uno todavía no alcanzó la edad de bar o bat mitzvá, las mitzvot son fundamentalmente una experiencia educativa; recién cuando se alcanza la adultez (con el bar o bat mitzvá), cobra peso el factor relacionado con el cumplimiento del precepto. Esto implica una responsabilidad mayor, pero a la vez una conexión infinitamente más grande. El cumpleaños es también el aniversario de esta ocasión tan trascendental y otra razón más para dar las gracias.

El tiempo es como una espiral. Cada año, en el aniversario de algún evento trascendental, tenemos la capacidad de utilizar esa misma energía espiritual que originariamente causó ese evento (de allí el concepto de las festividades judías).

Cuando naciste, Di-s te infundió un alma llena de talentos y cualidades. Tu mazal brillaba en toda su capacidad. Esa misma energía vuelve a hacerse presente cada año en el aniversario de aquella fecha. En este día, tienes la capacidad de lograr aquello que tal vez en otro día te resulte muy difícil de lograr.

Es por eso también que Rosh Hashaná es una fecha tan especial: porque es el nacimiento de toda la humanidad. Es el día en el que Adán y Eva fueron creados. Tu cumpleaños es tu Rosh Hashaná personal. ¡Aprovéchalo al máximo!