Desde chica que me contaron y me explicaron.
Varias películas vi.
Museos y monumentos también visite.
Nunca pude entender cómo se llegó a eso.
Pero un día estuve ahí. Caminando con la vida y la muerte. La sensación de la muerte y la vida.
Era la muerte cuando me imaginaba un alma paralizada por el miedo caminando por los pasillos. Era la vida cuando volvía al presente y nos veía a todos de pie pisando ese mismo suelo. Era la muerte cuando me mostraban cada tortura y cinismo que se vivió allí. Era la vida cuando veía los ojos de los que estaban conmigo tan desorbitados como los míos. Era la muerte cuando veía las valijas que llegaron ahí y quedaron como tumbas. Era la vida cuando dijimos todos el Shema Israel recordando a las víctimas. Era la muerte cuando vimos los dibujos de los niños a medida que el terror avanzaba. Era la vida cuando flameaba la bandera de Israel que uno del grupo llevaba. Era la muerte cuando veíamos la llegada y la partida de cada prisionero, lo poco que vivía y valía la persona ahí adentro. Era la vida cuando estábamos ahí sin ser atacados. Era la muerte cuando atravesábamos el alambre. Era la vida cuando tomaba conciencia que a pesar de todo, estábamos vivos.
En un momento, vida y muerte se presentaron en simultaneo… en el costado del campo apareció una presencia de cientos de pájaros negros o cuervos volándonos. Era real, nunca había visto tanta cantidad junta, la misma formaba un manchón negro volando en el cielo. Esa imagen me dio escalofrío. En ese momento decidí interpretar que nosotros éramos la vida que mirábamos a esa muerte y que nunca la debíamos olvidar.
Es nuestra obligación explicar, mostrar, postear y expresar lo que vimos, lo que nos contaron, lo que sentimos. Porque el tiempo si bien cura, también puede olvidar y eso no es opción. El pueblo judío siempre tiene memoria y por eso sigue de pie.
No fue solo un pueblo, fueron varios pueblos, religiones, opositores y más….
Al principio dije que nunca pude ni puedo entender cómo se llegó a eso, se escapa de nosotros, de nuestra dimensión. No hay explicación que exista y si hubiera alguna, no estaríamos preparados ni quisiéramos escucharla.
Nunca más. Am Israel Jai.
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