Estimados Lectores:
Esta semana leemos en la Torá parashat Nitzavim, siempre antes de Rosh Hashanaá corresponde esta lectura.
Los primeros versículos hablan de todo el pueblo firme y unido frente a Hashem. La Torá incluso enumera los distintos estratos sociales que se encontraban en ese momento “desde los ancianos y los líderes hasta tus leñadores y aguateros”.
Como bien sabemos todos los judíos somos garantes por el otro, si a uno le va mal a todos nos va mal. Cuando hablamos de la unión del pueblo de Israel se dice que estaban unidos “keejad” “como uno”. Hay una diferencia entre la palabra hebrea “Iajad” juntos, y la palabra hebrea “ejad” uno. Cuando estamos juntos (beiajad), lo hacemos a pesar de nuestras diferencias, pero cuando somos “como uno” no solamente que no hay diferencias sino que las diferencias son las que nos enriquecen, un cuerpo necesita de una cabeza para guiarlo, pero si esta la cabeza sola de nada sirve, necesita los pies para caminar, los ojos para ver y cada miembro del cuerpo cumple una función específica y necesaria.
Así también en el pueblo de Israel, cada uno de nosotros es necesario, por eso cuando llega Rosh Hashaná, no es tan importante cuán importante uno crea que es o cuanto haya avanzado espiritualmente en forma individual, sino lo más importante es cuan unidos estemos.
Por eso cuando uno se presenta frente a Hashem en forma individual pueden llegar a verse nuestras falencias, pero cuando estamos unidos con nuestros hermanos nuestras falencias se complementan con el otro y en la unión esta la perfección.
En este año nuevo que se acerca les deseo a todos que podamos ver en el otro lo que nos complementa y no sus defectos, que podamos aprender de cada uno, que no nos “toleremos” que nos amemos, solo así recibiremos todas las bendiciones para el año entrante.
¡Shabat Shalom y Shana Tova!
Rabino Eli Levy
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