En Parashá Vaiakel se describe la construcción del Mishkan y los detalles específicos de sus artesanías. Luego de describir cada sección del Mishkán, la Torá testifica que todo se ha hecho de acuerdo a las instrucciones que le dio Di-s a Moshé. Muchos se preguntan ¿por qué la Torá repite tantas veces este punto?

El Midrash nos enseña que así como Moshé erigió el santuario en este mundo, los ángeles en el cielo también crearon un santuario en paralelo. El Zohar añade que el Mishkan erigido en el cielo fue en el mérito de las acciones de Moshé aquí abajo. Los obreros que construyeron el Mishkan, no se especializaron en arquitectura celestial. Se adaptaron bien a la construcción de la estructura física, pero en construir el celestial, se basaron exclusivamente en las direcciones de Moshé.

Puede que haya habido momentos en los que sentían que un detalle particular debería haber sido abordado de manera diferente. Sin embargo, reconocieron que Moshé no sólo estaba construyendo el santuario terrenal, sino también el de arriba. Ellos fielmente ejecutaron todas las instrucciones, sabiendo que estaban construyendo más de lo que fue inmediatamente evidente. Esta es la razón por la Torá repite varias veces de que han cumplido con las instrucciones de Di-s que le dio a Moshé.

Respecto a este concepto, el Baal Shem Tov menciona de que cada Mitzvá construye un edificio en el cielo. Muchos judíos no se dan cuenta de los efectos celestiales que producen sus Mitzvot físicas. Muchas veces nos preguntamos sobre el significado de nuestras plegarias, el orden de las palabras y sobre leyes particulares de ciertas Mitzvot. Sin embargo, debemos siempre recordar que cuando la lógica falla, entonces la confianza debe entrar en juego.