La sección de la parashá Vaielej, y el fue, la leemos en los días entre Rosh Hashaná y Iom Kipur, conocidos como los diez días de Teshuvá.

La teshuvá, retornar a la fuente espiritual, no es un momento, no es una acción única que se realiza golpeándose el pecho y llorando un rato.

Retornar, volver tampoco quiere decir arrepentirse de algo que uno hizo.

Teshuva es un verbo, es acción constante.

Vaielej Moshe, y fue Moshe, incluso el último día de su vida siguió avanzando, siguió creciendo.

Hay gente espiritual y sensible que busca el camino, que busca la verdad. La verdad es la búsqueda y el perfeccionamiento constante, cada día seguir avanzando. Siempre buscar que corregir.

La expresión “baal teshuvá”, dueño de la teshuvá literalmente, no me termina de cerrar. ¿Una persona puede decir “Ya culminé mi teshuvá”? Obviamente que no.

Incluso Moshe el último día de su vida siguió avanzando.

¡Gmar jatima Tová! ¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy