Estimados lectores:
El maná caía en el desierto todos los días menos el sábado, el viernes se recolectaba una doble porción y alcanzaba para el sábado, pero algunos igual salían a buscar el sabado pero nada encontraban. Por otro lado el que quería acumular mana de una día para el otro durante la semana esta no se mantiene y se descomponía, pero el sábado milagrosamente se conservaba fresca y deliciosa.
Como sabemos todo lo que ocurrió en el desierto y en el exodo no es al azar, sino que son mensajes que Hashem nos puso para marcarnos como quiere que vivamos el resto de nuestras vidas incluso en nuestros días.
El mana representa el sustento. Sabemos que viene de Hashem, como el rocío que cae del cielo, tenemos que hacer el esfuerzo de recogerlo, pero nuestra abundancia material viene del cielo. Algunos creen que son más despiertos, y van a “ganarle” a Hashem, pero en Shabat no se recoge el sustento, alcanza con lo que se junto el viernes. Y durante la semana debemos tener fe que todos los días nos levantamos y vamos a encontrar la bendición del cielo.
Quien tiene fe abre los brazos y recoge la bendicion celestial.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy
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