Estimados lectores:

Todos los años antes de Rosh Hashaná leemos en la Torá parashat Nitzavim, como nada es casual es obvio que debemos tomar un mensaje de esta porción semanal como preparación para recibir las bendiciones del año entrante.

Los primeros versículos de la Parashá nos hablan de que todo el pueblo estaba parado firme para escuchar las últimas palabras de Moshe antes de despedirse. Por primera vez la Torá menciona las diferentes escalas sociales del pueblo judío.

“Desde los líderes de las tribus, los ancianos hasta los leñadores y aguateros”. Los comentaristas nos dicen que estos últimos ni siquiera eran parte del pueblo sino que eran los trabajadores extranjeros de otras naciones que se acercaban al pueblo judío para aprender. Nadie podía faltar.

Los seres humanos tenemos la tendencia natural a agruparnos y diferenciarnos del prójimo ya sea por nuestra clase social, por nivel intelectual, por nuestro origen y hasta por nuestro equipo favorito de futbol. “Nosotros no somos como ellos”.

Cuando llega un día tan sagrado como Rosh Hashana en el que según la tradición se define el destino del próximo año y buscamos ser meritorios de una bendición y buen augurio, la Torá nos murmulla cual es la clave y el secreto.

Si estamos unidos, firmes, entendiendo que cada uno ocupa un rol en la sociedad pero respetándolo y sin hacer diferencia, ahí recibimos la bendición para todos. Si por el contrario, estamos buscando beneficios solo para nuestro sector o grupo y nos olvidamos de los demás, ahí la bendición se torna esquiva.

Solo unidos seremos bendecidos.

Pdta: Este domingo por la noche ya comienza Rosh Hashaná, es importante reunirse en familia y disfrutar de los manjares de la fiesta, pero lo más importante y movilizador es escuchar el Shofar durante los días de Rosh Hashaná, aprovecha para ir a tu Beit Jabad más cercano o la congregación en la que te sientes más cómodo, pero no dejes de escuchar el shofar.

Rabino Eli Levy

¡Shabat Shalom!