Llegamos ese domingo al final del ciclo de la lectura anual de la Torá y contiene una enseñanza muy poderosa en cuanto al rol y beneficio de la depresión.
La lectura1 se llama Vezot Haberajá, “y esta es la bendición”, ya que con esto la Torá describe las bendiciones con las cuales Moshé bendijo a las tribus del pueblo judío antes de fallecer.
Bendijo a cada tribu de acuerdo a sus características y roles particulares dentro del mosaico y misión mancomunada del pueblo judío.
Lo que llama la atención es la temática de la conclusión de la lectura, tanto como conclusión de la lectura que está denominada “bendición” como conclusión de toda la Torá, denominada Torat Jaim, enseñanza de vida.
La última lectura de la Torá concluye con el fallecimiento de Moshé y cómo todo el pueblo lloró su muerte. Un detalle que llama poderosamente la atención es el último versículo2 : “Y toda la mano fuerte y toda la maravilla que hizo Moshé ante los ojos de todo [el pueblo de] Israel.”
El comentarista Rashi explica que las palabras “ante los ojos de todo [el pueblo de] Israel” se refiere al episodio específico de romper las tablas delante de ellos y, de hecho, Di-s estuvo de acuerdo con su decisión, diciéndole: “Iasher Koaj sheshibarta, gracias por haberlas roto”.
Salta la pregunta, ¿por qué se considera ese episodio tan importante dentro de los tantos logros de Moshé como para que la Torá concluya justamente con ese? ¿No será más apropiado concluir la Torá con un episodio positivo? Y ¿por qué fue que Di-s le agradeció por ello?
El Rebe —que su mérito nos proteja— explica que hay aquí una gran lección en cuanto al valor de la caída espiritual: nos permite ascender a un nivel muy superior al nivel en el cual estuvimos antes de caer.
Las caídas y fracasos —tanto reales como imaginarios— sirven para sensibilizarnos de una manera que los éxitos no permiten. Antes de sembrar un campo hace falta ararlo.
Luego de estudiar toda la Torá y ver lo que se espera de nosotros uno puede caer en depresión al pensar que nunca va a poder cumplir con lo que se espera de él. Es por eso que la Torá concluye con un episodio que sirve de aliento ante semejante cálculo: la rotura de las primeras tablas dieron lugar a una mayor sensibilización por parte del pueblo y una renovada conexión con Di-s —la Teshuvá— y como consecuencia recibieron el segundo juego de tablas que fueron acompañadas de niveles superiores de Torá. Nos demuestra que las caídas en la vida son nada más que caídas aparentes —rotura nada más que ante los ojos del pueblo— pero en su esencia contienen oportunidades para obtener bendiciones más grandes que las accesibles por los éxitos.
Si miramos cómo fue el mes de Tishrei este año en Montevideo podemos ver un buen ejemplo de cómo transformar una caída en un trampolín para llegar más alto que nunca. Ante el advenimiento de las fiestas hubo mucha preocupación en cuanto a cómo se iban a poder realizar en tiempo y forma con todas las restricciones. En la práctica, nunca hubo tanta gente que escuchó Shofar o que hizo la bendición con el Lulav y Etrog en el Uruguay como este año. La plazas de Montevideo y Punta se llenaron del sonido de Shofar y la Sucámóvil llevó las Mitzvot de Sucá y Lula a todos las plazas de la ciudad. Y ni hablar de la propuesta del Shil al aire libre que ofreció Jabad en Montevideo que se llenó en Rosh Hashaná y Iom Kipur. Nunca hubo tanta exposición en los medios con respecto a Rosh Hashaná y Iom Kipur como hubo este año. ¿Hubo una caída con respecto a años anteriores? Claro que sí. Pero a la vez supimos responder con un ascenso inimaginable y sin precedentes. Y ni te cuento la saga de las Aravot…. Otro ejemplo más de esta dinámica de transformar caídas en trampolines.
Así que la herramienta de esta semana es: cuando te parece que estás abajo, inclusive si realmente lo estés, no mires de cuán alto caíste sino a cuán alto puedes subir a raíz de tu caída.
Al llegar al final de este ciclo, quiero agradecer a Eleonora Sucharczuk por la idea original de esta serie y sus aportes constantes, y a Rabino Eli Levy por ceder el espacio en es.chabad.org
¡Jag sameaj a todos!
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