El Rebe Anterior relata un episodio ocurrido durante la toma de Varsovia en Septiembre de 1939. Los relatos ocurrieron el 25 de Septiembre de 1939 durante los bombardeos sobre Varsovia:

El día 12 de Tishrei de los días de la guerra quedó marcado para mí como los más difíciles.

El 12 de Tishrei salimos de casa a las 12 del mediodía a buscar refugio en algún bunker subterráneo.

Después de Minja cerca de las 4 de la tarde, empezó a temblar el sótano por el bombardeo que ocurría en las calles adyacentes, llamas de fuego cubrían las calles, edificios altos colapsaron enterrando bajo ellos a todos sus moradores.

Cuando vimos el peligro y que nuestro refugio no resistiría, nos pasamos a otro lugar y corrimos a buscar refugio en uno de los portones de la casa grande.

La imagen de la calle y los edificios en llamas, los gritos de los quemados, gente despavorida, niños, mujeres y ancianos, no se puede describir realmente.

El bombardeo era cada vez más intenso. Un mar de fuego rodeaba la manzana, nubes de humo negro tapaban el cielo y ocultaban la luz del sol.

Así estuvimos varias horas corriendo de un lugar al otro, sin respuestas, para encontrar un refugio de las bombas.

En uno de los bunker que nos refugiamos habían cientos de personas, de distintos extractos, judíos con barba y peies, judíos afeitados, mujeres con peluca y mujeres modernas que hablaban solo polaco, todos estábamos devastados.

Nuestro grupo que incluía a mi familia y a mí y a unas decenas de alumnos de la Ieshiva “Tomjei Tmimim” recitábamos Tehilim, de repente un ruido ensordecedor nos movilizó era un bomba que cayó muy cerca nuestro, nos rodearon ríos de fuego, todos sentimos que la muerte estaba muy cerca.

Surgió un grito profundo y espontaneo de todos nosotros: “Shema Israel Hashem Elokenu Hashem Ejad” “Oye Israel Di-s es nuestro Di-s, Di-s es uno” todos estábamos seguros que eran nuestros últimos minutos de vida.

Ese Shema Israel, que salió de lo más profundo del corazón, de distintas personas con distintas filosofías, nunca lo escuche en mi vida, y le pedí a Di-s que ese Shema Israel quedó grabado en mi corazón de por vida”