El Rebe Raiatz fue en una ocasión a visitar a su padre (el Rebe Rashab) después de Iom Kipur y le preguntó: “¿Y ahora qué?” Su padre respondió: “Especialmente ahora, debemos arrepentirnos.” A partir de la gran elevación de Iom Kipur, cuando todo judío se encuentra a un nivel sumamente alto, se demanda nuestro arrepentimiento también en relación con asuntos que previamente no eran considerados pecado del todo, y por lo tanto, en el día después de Iom Kipur, “especialmente, debemos arrepentirnos.”

(Sijat Shabat Parshat Ha’azinu 5742)