Estimados lectores:

Las ofrendas animales suenan muy lejanas en nuestra época. Sacrificar un animal para agradar a Di-s parece ser algo absurdo en estos tiempos. Pero hay un significado más profundo.

El animal somos nosotros mismos, y “sacrificar el animal” quiere decir dominar y subyugar nuestros impulsos más primitivos. El cuerpo nos arrastra tras los deseos o a la búsqueda del placer, cuando hablamos de sacrificar al animal, es quitarle al cuerpo la pasión por las cosas mundanas y usarlo para convertirlo en un “korban” que viene de la palabra “leakrib” acercar, damos nuestro cuerpo por completo para la voluntad de Di-s.

El korban, debe ser un animal perfecto, uno debe cuidar el cuerpo, comer bien, descansar, pero siempre con la mentalidad en ser un recipiente apto para poder cumplir la voluntad de Hashem. Y no es menos importante reconocer cuales son nuestras virtudes y defectos para poder cumplir a la perfección nuestra misión.

El objetivo final es poder lograr “Y amara a Di-s, con todo tu corazón, con tus dos instintos”, de esa forma poder servir a Di-s incluso con nuestra parte animal.

Ese sacrificio diario y personal es algo que podemos hacer hoy en día incluso después de la destrucción del Beit Hamikdash donde ya no existen los sacrificios de animales.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy