Tengo una pregunta ¡Una muy grande!

¿Qué pasa con la reencarnación? ¿Quién reencarna, y por qué?

Respuesta:

Imagine que es un voluntario de una organización humanitaria. Su jefe lo envía para una misión de cinco años a una comunidad desvalida. Su tarea: traer esperanza y significado a la vida de la mayor cantidad posible de gente. Se le da una lista de metas que alcanzar, provisiones y un presupuesto con el que poder hacer todo. Extrañará a su familia y amigos, pero su sentido de la responsabilidad lo lleva a aceptar el desafío.

Ni bien llega a la comunidad, comienza su trabajo. Cada día tiene su tarea específica, y usted valora y divide su tiempo apropiadamente, consciente de que hay mucho por lograr y poco tiempo para hacerlo.

Los cinco años pasan rápidamente. Es difícil para usted irse; se siente ligado a muchas de las personas con las que ha estado en contacto, ha disfrutado el sentido de logros, y no puede evitar pensar que hay mucho más por hacer. Pero se terminó el tiempo. Su familia está esperando. Tiene que ir a casa.

Cuando usted retorna, aun antes de que se le permita reunirse con su familia, es llevado ante su jefe para darle un informe de su viaje. Ha estado siguiendo sus progresos desde lejos y quiere repasarlos con usted. Él sonríe mientras usted relata sus pequeñas victorias —la esperanza que trajo a familias solitarias, la nueva vida que usted mostró a almas olvidadas. Él llora con usted por sus fracasos. A veces usted se quedó dormido y perdió la oportunidad de ayudar a un niño hambriento. Gasto algo de su dinero en placeres innecesarios. Como un todo, su misión fue un éxito, la mayoría de su dinero fue bien gastado. Pero hay una tarea inconclusa.

Su jefe se dirige a usted:

“Sé que no fue fácil. Ha hecho un fantástico trabajo y estoy orgulloso de usted. Pero hay algunos negocios inconclusos. Tome el dinero y las provisiones restantes. Tenemos otros voluntarios para hacerse cargo de su trabajo. Está libre de ir”.

Usted no cabe en sí mismo de alegría. La reunión con sus seres queridos es aun más emotiva de lo que usted había imaginado. Pero una vez que se acomodó en su hogar, algo lo perturba. Se da cuenta que parte de usted quedó atrás. Siente que su misión no está completa. Quedaron cosas pendientes, y eso le evita reintegrarse completamente a su antigua vida.

Hasta que un día el jefe lo llama. Le dice que el trabajo está hecho. Construyendo sobre sus basamentos, y comenzando desde donde usted había dejado, otros voluntarios pudieron dar los toques finales para llevar a la comunidad donde debe ir.

Ahora puede realmente descansar. Su misión está cumplida.