Pregunta:

He notado que encender velas ocupa un lugar importante en el judaísmo. Encendemos velas todos los viernes por Shabat, encendemos velas en las festividades, en Janucá todo gira alrededor de las velas. ¿Cuál es la conexión entre las velas y la espiritualidad?

Respuesta:

Un aspecto de la vela es más espiritual que material. Una sustancia física, cuando se esparce, se reduce. La espiritualidad, cuando se separa, se amplía y crece.

Cuando usted utiliza algo físico, se acaba. Cuanto más dinero gasta, menos tiene; cuanto más gasolina utiliza, más vacío queda el tanque; cuanto más come, más pronto debe abastecer su despensa. Pero en el ámbito espiritual las cosas crecen con su uso. Si utilizo mi sabiduría para enseñar, el estudiante aprende, y yo también amplio mis conocimientos; si comparto mi amor con otro, me convierto en alguien más cariñoso. Cuando da un regalo espiritual, tanto el que lo recibe como el que lo da ganan.

Ésta es la característica espiritual de las velas. Cuando utiliza una vela para encender otra, la vela original sigue iluminando. Su luz no se disminuye al ser compartida; por el contrario, las dos velas juntas realzan el brillo de las demás y aumentan la luz.

A veces nos preocupamos de no dar a basto con tantas exigencias. En las esferas espirituales, no es el caso. Cuando más bondad repartimos más bondad recibimos. Haciendo nuevos amigos mejoramos el lazo con los viejos amigos. Teniendo otro hijo agrandamos nuestro amor de lo cual se benefician los demás hijos. Teniendo más alumnos no hacemos más sabios.

Continúa encendiendo las velas. Hay una luz infinita en tu alma. Nunca se te acabara la bondad.