Había una vez un hombre que perdió su rumbo y se encontraba vagabundeando en una selva plagada de animales salvajes. Tenía un arco y flechas para protegerse de los depredadores que acechaban entre los árboles. Mientras caminaba por la selva, su imaginación se apoderó de sus sentidos y todo lo que veía tenía la forma de un oso salvaje, de un lobo o de un león. Así fue que lanzó varias flechas, sólo para descubrir que las imágenes a las que temía no eran más que árboles en proceso de descomposición. Finalmente, como sólo le quedaba una flecha, decidió ser sumamente cauteloso antes de volver a usar su arco, ya que esa última flecha era lo único que podría salvarlo de la muerte.

Igualmente nosotros, cuando residíamos en la tierra de Di-s y podíamos acceder a la montaña del Eterno y contábamos con varios instrumentos de salvación-El Beit HaMikdash (Gran Templo), el altar, los sacrificios y el Kohén Gadol (Sumo Sacerdote) que los ofrendaba-, sentíamos suficiente fortaleza como para enfrentar cualquier amenaza. No así hoy, cuando lo único que nos queda de las armas de salvación es apenas el shofar. Por eso, amigos, abran sus ojos y vean, dispongan sus corazones y actúen de acuerdo a lo que dicta la sabiduría.

Saadia Gaón escribe que el hecho de hacer sonar el shofar en Rosh HaShaná representa diez elementos simbólicos:

1)Rosh HaShaná marca el comienzo de la Creación, el día en que Di-s creó al mundo y se convirtió en su Rey. Así como es costumbre tocar trompetas para glorificar al rey y proclamar nuestra sumisión ante él, del mismo modo mostramos nuestra aceptación del reinado de Di-s a través de hacer sonar el shofar.

2)Rosh HaShaná marca el primero de los Diez Días de Arrepentimiento. Por lo tanto, hacemos sonar el shofar para anunciar y advertir que ha comenzado dicho período. Es corno si anunciáramos: Aquellos que quieran arrepentirse, deben hacerlo ahora, y si no quieren, no se les permitirá venir luego para protestar contra su destino. Esta es también la manera en que los reyes ejercen su poder, anunciando sus decretos con el acompañamiento de trompetas.

3)El sonido del shofar nos recuerda la revelación en el Monte Sinaí, que también fue acompañada por sonidos de shofar. Así, al escuchar el shofar y recordar ese acontecimiento, una vez más aceptamos sobre nosotros aquello que nuestros padres asumieron sobre sí.

4) Sirve para recordarnos las advertencias de nuestros Profetas, comparadas al sonido del shofar, como declara el versículo (Ezequiel 33:4-5): Y todo aquel que escuchare el sonido del shofar y no fuese cuidadoso entonces vendrá la espada y se lo llevará. Pero aquel que se cuide, habrá salvado su alma.

5)Sirve para recordarnos la destrucción del Beit HaMikdash y el sonar de las trompetas del ejército de nuestros enemigos. Así, cuando escuchamos el shofar, debemos rezar por la reconstrucción de nuestro sagrado Templo.

6)Sirve corno recordatorio del cuerno del carnero en la "Atadura de Itzjak" (Akedat Itzjak), quien ofreció su vida a Di-s pero en cuyo lugar fue sacrificado el carnero. De la misma manera, todos nosotros debernos estar dispuestos a entregar nuestras vidas en aras de la santificación del Nombre del Eterno, y rezarnos para que esto nos sirva de mérito y seamos recordados para bien.

7)Despierta en nosotros una sensación de estremecimiento y temor que nos conduce a acercarnos a Di-s con humildad, como expresa el versículo (Amós 3:8): ¿Acaso es posible hacer sonar el shofar en la ciudad y que el pueblo no se estremezca?

8)Sirve para recordarnos la proximidad del gran Día del juicio, como declara el versículo (Tzefania 1:14,16) El gran día de Di-s está próximo, cercano y pronto (en llegar)... es el día del sonido del shofar y de la terua.

9)Sirve para recordarnos la futura convocatoria de todos los exiliados del pueblo judío y para despertar nuestro anhelo de que ello suceda, como declara el versículo (Isaías 27:13): Y será en aquel día que se haga sonar el gran shofar y retornarán los extraviados desde la tierra de Asiria...

10)Sirve para recordarnos la resurrección de los difuntos, como declara el versículo (ibíd. 18:3): Todos los habitantes del mundo y los que descansan en la tierra verán cómo es alzado un estandarte en el monte, y escucharán el retumbar del shofar al hacerse sonar.