ב"ה

Magazine 5769

"Y cuando los vio, corrió a su encuentro" (Bereshit 18:2)

"Recibe a cada persona con semblante alegre", declaró Shamai, la gran Sabio de la Torá. Aun cuando uno da todos los tesoros del mundo a otro, si su rostro está enfadado, es considerado como si no le hubiese dado nada. Por otro lado, si una persona recibe y saluda a su compañero de manera amistosa, aun cuando no le haya dado nada, es considerado como si le entregó una gran fortuna.