La creencia judía en ángeles se remonta al Libro del Génesis, donde leemos acerca de ángeles que llaman a Abraham en la atadura de Isaac, ángeles que aparecen en el sueño de Jacob, Jacob luchando con un ángel, y muchos más relatos de actividad angelical.

Los ángeles también son mencionados numerosas veces en los otros libros de la Torá, los Profetas y las Escrituras.

De acuerdo con la tradición judía, un ángel es un ser espiritual y no tiene ninguna característica física. Las descripciones angelicales dadas por los profetas —tales como alas, brazos, etc. —son antropomórficas, y se refieren a sus habilidades y tareas espirituales.

Nombres de los Ángeles

Los primeros ángeles mencionados por su nombre en la Biblia son Gavriel (Gabriel) y Mijael, en el Libro de Daniel. En los libros anteriores de la Torá, cuando la gente pide a los ángeles que revelen sus nombres, ellos se rehúsan; como en el anteriormente mencionado encuentro de Jacob con el ángel, y la historia del ángel que se apareció a los padres de Sansón en el Libro de Jueces. El Talmud de Jerusalén comenta que la referencia a los ángeles por nombre sólo se hizo común en el período que siguió al retorno del pueblo judío a Israel en el 348 AEC. En el Talmud y la Cabalá muchos más ángeles son identificados por su nombre. Algunos otros nombres de ángeles conocidos comúnmente incluyen a Uriel, Reziel, Metatrón y Laila.

Maimónides explica que todos los ángeles caen bajo una de diez categorías. A saber: Jaiot Kodesh, Ofanim, Erelim, Jashmalim, Malajim, Elokim, Bene Elokim, Queruvim e Ishim. Esas categorías se refieren al grado de comprensión de Di-s del ángel; algunos tienen una comprensión más grande de Di-s y Sus caminos que otros.

Funciones de los Ángeles

La palabra hebrea para ángel es "malaj", que significa mensajero, pues los ángeles son los mensajeros de Di-s para llevar a cabo varias misiones. Cada ángel está "programado" para realizar cierta tarea; tales como Mijael quien es enviado a misiones que son la expresión de la bondad de Di-s; Gavriel, quien ejecuta los juicios severos de Di-s; y Rafael, cuya responsabilidad es curar. Algunos ángeles son creados para una tarea específica, y cuando se completa la tarea dejan de existir. De acuerdo con el Zohar una de las tareas de los ángeles es transportar nuestras palabras de plegaria y estudio de Torá ante el trono de Di-s.

Otro tipo de ángeles son aquellos creados a través de los actos del hombre. En las palabras de nuestros Sabios: "Quien cumple una mitzvá, adquiere para sí un ángel defensor; aquel que comete una trasgresión, adquiere contra él un ángel acusador". Estos son formados de la energía (intelectual y emocional) que uno invierte en el cumplimiento de una mitzvá, el estudio de la Torá o en la plegaria —o, inversamente, la energía aplicada en la ejecución de un pecado.

De acuerdo con algunas escuelas de pensamiento, el término ángel en la literatura judía también se puede referir a las leyes de la naturaleza, las cuales —a pesar que ostensiblemente son poderes naturales —son también poderes Divinamente dotados; Sus mensajeros que ejecutan Su voluntad.

En nuestras plegarias diarias nos referimos a los cánticos de alabanza que los ángeles entonan ante Di-s. Los ángeles tienen "turnos", cantando en momentos designados del día o la noche. La clase de alabanza que entonan refleja el estatus particular del ángel. El cántico de los ángeles es aludido en la anteriormente mencionada historia de la lucha de Jacob con el ángel, al final de la cual el ángel ruega a Jacob que lo libere "pues está amaneciendo". De acuerdo con el Midrash, el apuro del ángel se debía a que había llegado su turno de cantar ante Di-s. Similarmente, de acuerdo al Midrash, cuando Moisés pasó cuarenta días estudiando con Di-s, sabía qué momento del día era basado en los cambios de turno de los ángeles cantores.

Asumiendo Forma Humana

Hay debate entre los grandes filósofos judíos acerca de si los ángeles cuya aparición describe la Torá realmente asumieron una forma física visible o aparecieron en el curso de una visión espiritual o profecía —en la cual los ángeles aparecieron como seres físicos. De acuerdo con todas las opiniones, sin embargo, para ver a un ángel se requiere percepción extra sensorial, pues los cuerpos de los ángeles no están comprendidos por todos los elementos básicos de un ser físico.

Ángeles vs. Humanos

No obstante el gran nivel espiritual de los ángeles, la santidad del alma judía supera a la del ángel. Sólo el alma judía tiene la habilidad de descender a este mundo físico y corpóreo y refinarlo y elevarlo. Pues el alma divina del hombre es "realmente una parte de Di-s en lo alto" "un trozo" del Creador, al contrario de los ángeles que son creaciones —aunque muy santas.

Esto se refleja en el hecho de que los ángeles son unidimensionales; cada ángel tiene una forma específica de servicio Divino. Por el otro lado, el alma humana sirve a Di-s de muchas maneras diferentes, expresándose a través del amor, el temor, etc.

En el Tania, Rabí Schneur Zalman de Liadi escribe que oyó de sus maestros que "si un ángel estuviera en presencia de una asamblea de diez judíos, aun si no [se discutieran] palabras de Torá entre ellos, un terror y un pavor ilimitado e infinito caerían sobre él a causa de la Presencia Divina que mora sobre ellos, ¡que quedaría completamente anulado!"

Además los ángeles no tienen libre albedrío y están preprogramados para servir a Di-s, mientras que al humano se le confía la misión de servir a Di-s —pero se le da la libertad de elegir hacer lo contrario. Por lo tanto, las mitzvot llevadas a cabo por los humanos son de un valor mucho más grande que el servicio de los ángeles, y lo impulsa a alturas espirituales infinitamente más grandes, al contrario de los ángeles que están "atrapados" en un consistente nivel de conciencia espiritual.

Rabí Sholom DovBer de Lubavitch una vez describió los sentimientos que experimentaba mientras recitaba las plegarias matutinas diarias: "Cuando recito la parte que describe la alabanza que los ángeles cantan ante Di-s, los envidio. Pero cuando leo el Shemá, la alabanza que el judío entona ante Di-s, me pregunto '¿Dónde han ido todos los ángeles?'"