En el principio de nuestra parshá el Altísimo le concede a Pinjas su recompensa porque "quitó Mi furia de sobre los hijos de Israel al celar por Mi Celo en su seno". ¿Y cuál fue la recompensa? "He aquí Yo le entrego Mi pacto de paz".
Literalmente esto significa que Hashem le otorgó el Pacto de la Kehuná- el sacerdocio, y que su descendencia posterior han de ser Kohanim- sacerdotes.
Nuestros Sabios Z"L dicen: "Pinjas es Eliahu". También Elías, el profeta era un celote como Pinjas, como él mismo dijo: "Celar he celado para Hashem el Di-s de los Ejércitos". Incluso se expresó negativamente sobre el pueblo de Israel. Como consecuencia de ello, Hashem le dio el "pacto de paz", es decir que asuma una actitud benevolente hacia todo judío, que Eliahu ha de venir a cada circuncisión, para que compruebe hasta qué punto los judíos están entregados a Di-s y guardan Su pacto.
Paz entre el Cuerpo y el Alma
"Pacto de paz" alude también a la mancomunión entre el cuerpo y el alma. Esto se vio a las claras con Eliahu el profeta. Su alma no abandonó a su cuerpo, sino que ascendió "con un vendaval" al Cielo con su cuerpo material.
Esta posibilidad de elevarse al Cielo con el cuerpo, era consecuencia de la purificación absoluta de su cuerpo material. Eliahu destiló a su cuerpo a tal medida hasta que el cuerpo dejó de ser un obstáculo frente al espíritu, sino que él mismo se convirtió en un recipiente para la presencia de la santidad espiritual. Debido a eso Eliahu no necesitó morir y ser enterrado, y su cuerpo terrenal pudo elevarse y recibir todas las revelaciones espirituales.
Moshé y Eliahu
En este punto había una superioridad de Eliahu Hanaví incluso sobre Moshé Rabeinu. Es verdad que también Moshé poseía un cuerpo sagrado y purificado. Su cuerpo era santo desde el mismo instante de su nacimiento, como está dicho, que cuando nació "toda la casa se llenó de luz", lo que da testimonio de que el cuerpo no obstruía sobre la luz del alma, sino que la luz del alma irrumpía e iluminaba también a través del cuerpo.
Pero a pesar de ello, Moshé falleció y su cuerpo requirió ser enterrado, puesto que la luz del alma no penetró en él en la medida como para generar un cambio de raíz en la materia del cuerpo. Mientras que el alma residía en él, el cuerpo no ocultaba la luz del alma, pero el cuerpo propiamente dicho no logró elevarse de su materialismo. A diferencia de ello, Eliahu purificó su cuerpo totalmente, hasta que el mismo cuerpo se convirtió en un recipiente e instrumento de la santidad y el espíritu.
La Carne Verá
Esto nos explica por qué es precisamente Eliahu el heraldo que anunciará la redención mesiánica, puesto que esta cualidad especial de Eliahu ha de ser el carácter distintivo la redención- entonces se purificará totalmente la materia de este mundo, hasta que la propia materia será un recipiente e instrumento de la Santidad Divina. Y así está escrito sobre el tiempo de la redención: "Y se revelará la Gloria de Hashem y toda la carne verá"- es decir, la propia carne (materia) ha de ver "que la boca de Hashem habló".
Este es el sentido más profundo del "pacto de paz" que fue entregado a Pinjas, y contando con esta fuerza si hubiéramos sido merecedores, la entrada a la Tierra de Israel se hubiera convertido de inmediato en la verdadera y completa redención. Pero por cuanto se introdujeron temas indeseables, se retuvo a la redención mesiánica hasta nuestros días. Pero muy pronto ha de llegar el Profeta Elías, el heraldo de la bondad, y anunciará la llegada del Mashíaj Tzidkeinu, quien nos ha de liberar con una redención eterna con la verdadera y completa redención. Rabí Israel Baal Shem Tov enseñó que de cada cosa que uno ve o escucha debe tomar una enseñanza para su servicio a Di-s.
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