Que todo lo que ha sido hecho sepa que Tú lo has creado; y declare todo el que posee aliento (de vida) en sus narices que Ad-nai, Di-s de Israel, es Rey y Su reinado tiene dominio sobre todo.
De las plegarias de Rosh Hashaná
En el idioma hebreo no existe ninguna traducción para la palabra "cosas" o para la palabra "objetos". Incluso las palabras "físico" y "materia" son palabras prestadas. En hebreo, todas las cosas son dvarim --"palabras". Palabras: articulaciones del alma, pensamientos cristalizados. Y desde entonces, todo lo que existe es Di-s y sus palabras.
Después de todo, Di-s habló y el mundo entró en existencia. La magia de esto es que estas palabras están tan herméticamente condensadas, que no comprendemos que son palabras —las percibimos como cosas; cosas independientes, autónomas que están simplemente aquí porque sí, como si no tuviesen ninguna fuente en absoluto.
Ésta es la misión que vinimos a lograr en este mundo: Que no sólo nosotros, no sólo la humanidad, sino cada efecto debe conocer su causa, cada forma debe entender qué lo formó—el mundo entero debe volverse un guante transparente para la Divinidad que contiene. Incluso esta sensación de "aquí estoy simplemente porque yo soy" se verá nada más que como una reflexión distorsionada de la verdadera esencia de todas las cosas -el que "está allí porque Él está allí."
De hecho, esto es lo en que Adám entendió en su primer día:
Un Midrash antiguo nos cuenta que cuando Adám despertó a la vida, encontró a todas las demás criaturas delante suyo y rindiéndole culto. Por ser las primeras criaturas, comprendieron que alguien los debió haber formado—y Adám parecía el candidato obvio.
Adám lo entendió de otra manera y les transmitió el conocimiento de que debe haber un Ser Superior, no sólo otra criatura, sino un Creador Ilimitado que dio existencia a todas las criaturas y continúa manteniendo y animando cada una de ellas—incluido Él mismo.
Desde entonces, ésa ha sido la misión de cada descendiente de Adám: llamar a toda la creación a este estado más elevado de conciencia.
Únete a la charla