Estimada Raquel:

Acabo de cortar una relación con un hombre con el que tenía pensado casarme. Habíamos estado juntos un tiempo, y él no lograba decidirse sobre si casarse o no conmigo. Decía que no había nada malo en mí, nada que le molestara; sin embargo, no podía entender por qué le costaba tanto tomar una decisión. Nos llevábamos muy bien, nos entendíamos perfectamente y, cuando estábamos juntos, nos sentíamos magníficamente; todo era perfecto. Finalmente, él me dijo que no quería casarse conmigo y que no tenía ningún sentimiento profundo hacia mí, que tal vez necesitaba a otra persona.

Mi pregunta es ¿Ahora, cómo hago para volver a salir y confiar en otro hombre después de que me pasó algo así?

Con el Corazón Destrozado.

Estimada “Con el corazón destrozado”:

Es tan doloroso cuando pasan cosas como estas… cuando pensábamos que entendíamos una situación y, finalmente, todo resulta de forma muy diferente de cómo esperábamos…

Sin embargo, el hecho de que alguien te haya engañado y no haya respetado o valorado tus sentimientos de la manera en que debería haberlo hecho, no es motivo para que no vuelvas a entregarte a una relación. No obstante, tal vez te convenga hacerlo de otra manera.

Para los principiantes, la Jasidut nos enseña que ni siquiera una hoja cae de un árbol si no es con un propósito muy específico. Y si es así, entonces, cuánto más será en relación con una experiencia de esta magnitud. Tal vez, ahora no lo tengas en claro, pero es de esperar que en un futuro llegues a entender por qué invertiste tiempo y esfuerzo y sentimientos en esta relación que, a la postre, no resultó. En todo caso, antes que nada, tienes que saber que es una bendición que hayas tenido una relación tan positiva. Hay muchas personas que se preguntan por qué todo el tiempo se encuentran en relaciones enfermas o, incluso, abusivas y sienten que nunca logran conocer a alguien que las trate bien.

A partir de lo que nos describes, tuviste la suerte de pasar tiempo con alguien con el que te sentiste conectada y con el que tenías mucho en común.

La pregunta de por qué él decidió irse y no quiso seguir hasta el casamiento es, obviamente, una pregunta que yo no puedo responder. Tal vez, se asustó; tal vez, sintió que no estaba listo; tal vez, en realidad él no compartía los mismos sentimientos que tenías tú. Tal vez. Al fin y al cabo, la verdad es que eso no importa. Si así es como te trató al final, es evidente que él no es tu alma gemela, y es una verdadera bendición que haya mostrado su verdadero yo ahora y no después del casamiento. Si fue capaz de tratarte de esta manera, evidentemente no es la persona con la que tú querrías casarte.

Lo que yo te propongo es que en el futuro, dejes en claro desde el comienzo que estás interesada en una relación con vistas al matrimonio. Y si la otra persona no está interesada en casarse, entonces es conveniente que no empieces la relación. En realidad, eso es lo lindo de los encuentros de shiduj (encuentros formalizados) que son tradicionales en las parejas judías. Dado que es muy difícil pensar racionalmente en lo que se refiere a las emociones, la pareja ni siquiera se conoce hasta que los dos están intelectualmente convencidos y seguros de que están interesados el uno en el otro. De esta forma, si después, cuando se conocen, se ven dominados por reacciones emocionales, por lo menos, uno ya comprobó que los dos están buscando las mismas cosas en la vida y que tienen las cualidades, los antecedentes y los objetivos que ambos están persiguiendo. En resumidas cuentas, la cabeza siempre tiene que dominar al corazón (que es específicamente la razón por la que fuimos físicamente creados de esta forma), pero esto es un enorme desafío, porque una vez que el corazón empezó a funcionar, por lo general, acaba dominando la cabeza.

Por lo tanto, antes de que empieces a salir con alguien, trata de dejar a un lado tus emociones hasta que decidas que esta es la persona en la que quieres invertir tus sentimientos. Y a cada paso del camino, trata de verificar si los dos están en la misma página, si se encaminan en la misma dirección y si se van acercando paso a paso al objetivo.

Sin embargo, lamentablemente, no siempre podemos evitar que nos hagan daño. En todo caso, a veces, esto es parte del proceso de descubrir más acerca de nosotros mismos y de lo que queremos de una relación. En realidad, se nos enseña que cada persona que conocemos, cada persona con la que salimos es parte del proceso de tamizado que nos va a permitir estar mucho más preparados para conocer a nuestra alma gemela y casarnos. Para algunos, es más fácil, pero hay otras personas que necesitan una rectificación y un proceso de clarificación más prolongados antes de que conocer a la persona con la que se van a casar.

No conviene que te pases el tiempo pensando por qué esta relación no funcionó. Mejor será que pases el tiempo evaluando lo que aprendiste de esta relación para que trates de asegurarte de que la próxima relación sea con alguien en el quien puedas confiar y alguien que merezca estar contigo para que finalmente esa relación conduzca al matrimonio.

¡Qué tengas la bendición de encontrar a tu alma gemela en forma fácil y clara y que con él construyas un hermoso hogar judío!